Como en ocasiones anteriores, los tres ediles del BNG fueron el blanco de la ira de sus ex aliados socialistas, que desplegaron numerosas críticas hacia los nacionalistas y, en concreto, para su portavoz, Iolanda Veloso a la que Carmela Silva incluso llego a tachar de “parva”.
Acto seguido, la concejala socialista argumentó que lo decía “con cariño” y acudió al origen de la palabra para minimizar su descalificativo señalando que “del latín parvus, que significa pequeño”. En su intervención, Silva tachó de “vacío” el discurso de los nacionalistas y les acusó de “practicar la peor política, que es la de la destrucción”.
En cuanto a los populares, también censuraron al BNG reprochando su actitud y señalando que “lo suyo es de risa” por apoyar la investidura de Caballero como alcalde y luego “dejar al gobierno local tirado”. También hubo tiempo para descripciones más “cariñosas” como la que le dedicó la popular Teresa Cendón a Santi Domínguez , al que llamó “experto en canciones” recordando un pleno de hace varios meses, el primero tras el pacto entre PSOE y PP, en el que el concejal nacionalista les dedicó a ambos grupos una estrofa la canción “Xuntos, café para dos”.
A pesar de que las portavoces del PSOE, Carmela Silva, y del BNG, Iolanda Veloso, protagonizaron el debate más acalorado, la intervención del popular Miguel Fidalgo abrió posteriormente una nueva vía, la del distanciamiento, al menos en cuanto al discurso, entre populares y socialistas.
Fidalgo habló del papel del PP en el “largo y duro camino” de las negociaciones con el PSOE para sacar adelante el presupuesto de 2014, en el que, dijo, quedó demostrado que el alcalde, Abel Caballero, está “en la más absoluta de minorías”, tanto política como social, a la vez que censuró sus “trabas y descalificaciones”. En su réplica, Silva desmintió que el alcalde “esté solo” e invitó a Fidalgo a que “vaya a la calle y mire”.n
