Raphael actuó ante un Auditorio completo. Las entradas, con precios que oscilaban entre los 73,85 a los 35 euros, prácticamente se agotaron antes del concierto, al igual que en Coruña, donde cantará esta noche. Ayer se pusieron a la venta las últimas localidades. En la platea viguesa se dieron cita un público variopinto, con amplio abanico generacional. Entregado a su ídolo, ovacionaron cada uno de los gestos de Raphael, aplaudiendo los guiños del artista. Los espectadores no pudieron acompañar con palmas y hacer los coros en los principales éxitos. Disfrutaron y se lo supieron agradecer con víctores y algún que otro piropo lanzado desde las butacas.
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