Consumo de porno

El consumo de porno aumenta el sexismo entre adolescentes

Una persona viendo páginas pornográficas en su ordenador.
photo_camera Una persona viendo páginas pornográficas en su ordenador.
Un estudio liderado por la Universidad de La Laguna refleja que el 89% de los jóvenes ven pornografía

Una investigación liderada por la Universidad de La Laguna probó la eficacia un programa de intervención en población adolescente mediante el cual, por un lado, se logró detectar actitudes sexistas y alguno de los factores que pueden desencadenarlas y, por otro, se evaluó con éxito un programa de intervención. En el estudio participaron 723 estudiantes de Bachillerato de cuatro centros escolares (tres públicos y uno privado), en varias fases durante la duración del proyecto, entre marzo de 2021 y enero de 2024.

Los hallazgos más destacados revelan que existe un alto consumo de pornografía en los adolescentes (el 89% de los chicos de la muestra); que se tiende a valorar negativamente el comportamiento pasivo de una mujer víctima de violencia de género; que las actitudes más sexistas se dan en adolescentes masculinos y en quienes fueron expuestos o consumen pornografía; y que la intervención educativa puede ser eficaz a corto y medio plazo para reducir este sexismo.

El proyecto fue financiado por Fundación CajaCanarias y la obra social la Caixa y sus responsables fueron los docentes de la Universidad de La Laguna Marta Díaz Gómez, del Departamento de Enfermería, y José Miguel Díaz Gómez, del Departamento de Psicología Cognitiva, Social y Organizacional, junto con Elena Vila Cortavitarte, matrona del Servicio Canario de la Salud. Tuvo un doble objetivo: identificar algunas variables sociodemográficas predictoras del sexismo en adolescentes y analizar el efecto de la intervención educativa para promocionar la igualdad y prevenir la violencia de género.

Cuestionarios

El alumnado de muestra contestó dos cuestionarios sobre actitudes machistas, estereotipos y roles de género, para valorar las actitudes sexistas. Algunos de los ítems con una puntuación más alta fueron: “La principal responsabilidad de un padre es ayudar económicamente a sus hijos”, que obtuvo un 22,5% de acuerdo; “Cuando mi pareja se enfada conmigo siempre me siento culpable” (16,7%); “Es normal que los hombres enamorados sean celosos” (15,3%); y “Sólo algunos tipos de trabajo son apropiados tanto para hombres como para mujeres” (11,9%).

La puntuación fue más alta en los chicos en comparación con las chicas, reflejando así más sexismo. Además, puntuaron más alto los procedentes de otros países, la mayoría de Latinoamérica, en comparación con los de familias españolas; y entre el alumnado de centros públicos, frente al de los privados. El equipo investigador evaluó las actitudes sexistas implícitas utilizando un relato sobre el cual se pidió opinión a las personas encuestadas, sin decirles que se estaban siendo evaluadas. El texto describía la interacción entre dos jóvenes con un componente de violencia de género y cierta ambigüedad: la chica invita al chico a su casa e inicialmente acepta mantener relaciones sexuales. Pero cuando verbaliza su deseo de no continuar, el chico fuerza una relación no consentida durante la cual ella adopta una actitud pasiva.

Más 50% de los adolescentes consideró incorrecto ese comportamiento pasivo de la mujer en una relación sexual no deseada. Otro dato destacable es que el 89% de los adolescentes consumió pornografía y se comprobó que la exposición a estos contenidos tenía un efecto en las actitudes sexistas, con puntuaciones más altas en los dos cuestionarios entre los consumidores.

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