Netanyahu acusa a la ONU de dar apoyo indirecto a Hamás

Ayuda humanitaria española para la población de Gaza.
photo_camera Ayuda humanitaria española para la población de Gaza.
El Gobierno catarí asegura que los israelíes no abandonan el país y que seguirán negociando

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, aseguró ayer que su decisión de cancelar el viaje a Washington de una delegación oficial tras la aprobación de la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas pidiendo un alto el fuego en Gaza fue “un mensaje” para el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás). “La decisión que adopté de no enviar la delegación a Washington (...) fue un mensaje a Hamás para que no confíen en esta presión. No funcionará. Espero que entiendan el mensaje”, afirmó durante una reunión con el senador estadounidense Rick Scott.

Así, reiteró que la decisión de Washington de abstenerse en la votación en la ONU “fue un paso muy, muy malo” y argumentó que “animó a Hamás a adoptar una postura dura y confiar en la presión internacional para evitar que Israel libere a los rehenes y destruya a Hamás”. La delegación iba a desplazarse a Washington para abordar con las autoridades de Estados Unidos la posible ofensiva militar contra la ciudad de Rafá (sur), después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, pidiera a Netanyahu analizar la posibilidad de “atacar” a Hamás en la Franja de Gaza sin la necesidad de “una gran ofensiva terrestre” contra esta localidad.

La resolución aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU es el primer texto que logra apoyo en el organismo desde el inicio del conflicto, tras los tres vetos anteriores de Estados Unidos. En respuesta, Israel criticó a Washington por su decisión, que el ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, describió como “un error moral y ético” que dañaría a las autoridades israelíes en las negociaciones con Hamás.

El portavoz del Ministerio de Exteriores catarí, Mayed al Ansari, aseguró el martes que las conversaciones siguen activas en Doha y confirmó que “parte” de la delegación israelí se había quedado en el país, tras el anuncio sobre su retirada ante las diferencias en el proceso de conversaciones sobre un posible alto el fuego en la Franja de Gaza.

Poco antes, el primer ministro de Israel había afirmado que el grupo islamista “no está interesado en continuar las negociaciones para un acuerdo, lo que supone una lamentable muestra del daño causado por la decisión del Consejo de Seguridad (de la ONU)”, antes de criticar las “demandas extremas” del grupo palestino, quien recalcó que “se ciñe a su postura”, incluida la exigencia de un fin de la ofensiva y la retirada de tropas israelíes de Gaza.

"La batalla negociadora"

Por su parte, el alto cargo de Hamás, Jaled Meshal, aseguró ayer que “la batalla negociadora” con Israel “no es menos fiera que la batalla sobre el terreno”, en medio de las conversaciones para intentar alcanzar un alto el fueg. “La cúpula del movimiento está en una batalla negociadora no menos fiera que la batalla sobre el terreno y, si Dios quiere, los derrotaremos”. Reiteró que el grupo islamista tiene como objetivo en las negociaciones “detener la agresión, la retirada (israelí) de Gaza, el retorno de los desplazados a sus hogares, la reconstrucción y el fin del cerco”.

“No se liberará a los prisioneros hasta que logremos estos objetivos y manejemos la batalla negociadora con solidez y maniobras políticas adecuadas”, aseguró Meshal.

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