La Ribeira Sacra, el lugar donde los embalses también son patrimonio

La central hidroeléctrica de San Esteban, la más importante de Galicia, llama la atención de los visitantes.
photo_camera La central hidroeléctrica de San Esteban, la más importante de Galicia, llama la atención de los visitantes.

La histórica zona bañada por el Sil, que aspira a ser Patrimonio de la Humanidad, cuenta con numerosas centrales hidroeléctricas cuyas aguas generan 1.578,82 MW con los que Iberdrola abastece 1.105.174 hogares

Igual que no podría entenderse la Ribeira Sacra sin el serpenteante recorrido de sus aguas ni sin los viñedos que cubren las laderas, tampoco podría hacerse sin sus embalses. Y con esas cartas de presentación, la zona ha presentado su candidatura a Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. 

Más de 70 años han pasado desde aquella primera presa de Sequeiros, situada en los municipios de Ribas de Sil y Quiroga. Las construcciones, tan heroicas en su momento como la vendimia que se realiza en esta zona, han ido sumando en la segunda mitad del siglo XX hasta las 21 centrales hidroeléctricas actuales en la cuenca del río Sil, cuyas aguas generan una capacidad total de 1.578,82 MW con los que Iberdrola lleva electricidad a 1.105.174 hogares.

Un ejemplo de ese heroismo puede comprobarse en el embalse de San Esteban, que se erige en el mismo cañón del río Sil. La construcción de su presa, en Nogueira de Ramuín y Sober, requirió el uso de 150.000 toneladas de cemento, hasta su finalización en 1955. Esta presa, de arco gravedad, tiene 115,10 metros de altura desde sus cimientos y el embalse cuanta con una capacidad aproximada de 213 hm3 y una superficie de cuenca de 7.216 km2. 

Dice un viejo refrán gallego que “el Sil lleva el agua y el Miño, la fama”, pues es el abundante caudal del primero el que más contribuye a la importancia del segundo. Es precisamente ese abundante caudal también el que convierte a la Ribeira Sacra en un enclave ideal para la instalación de embalses y presas, estructuras que desempeñan un papel fundamental en el control del caudal del agua y en la generación de energía verde mediante sus centrales hidroeléctricas. 

San Esteban

Durante décadas, los embalses de la Ribeira Sacra no sólo han permitido generar electricidad, sino que han construido en torno a ellas espacios señalados en el paisaje y de ocio para sus vecinos y visitantes, tanto desde la orilla como navegando por sus aguas, una de las actividades más demandadas por los turistas que se acercan a esta zona de la provincia.

Destaca sobre todos ellos el complejo histroeléctrico de San Esteban, la mayor generadora de energía eléctrica renovable de Iberdrola España en la cuenca Sil. Está formado por dos centrales hidroeléctricas: San Esteban I, en funcionamiento desde hace más de medio siglo con una capacidad de 263 MW, y San Esteban II, operativa desde 2013, que sumó otros 188 MW a su capacidad instalada, alcanzando así 451 MW. 

Situadas en el municipio de Nogueira de Ramuín (Ourense), las instalaciones hidroeléctricas representan una de las principales apuestas de Iberdrola por la energía hidráulica en España. Con estas dos centrales, el complejo es capaz de producir más de 1.000 GWh al año, satisfaciendo así las necesidades energéticas de 600.000 personas, lo que representa casi el doble de la población de la provincia de Ourense.

En pleno corazón de la Ribeira Sacra, San Esteban es la central hidroeléctrica más importante de Galicia, que llama la atención de los visitantes tanto de la misma forma que lo hace la propia geografía del Sil a su paso por la zona. Porque ese carácter patrimonial del agua se manifiesta también en toda la industria que ha generado en torno a ella. 

El agua es vida y, en la Ribeira Sacra, es condición inherente a la importancia de su orografía y a su potencial turístico. Es precisamente el paisaje cultural del agua la baza más importante con la que la zona aspira a ser Patrimonio de la Humanidad. Los cañones del Miño y el Sil, el microparcelamiento del territorio en las riberas y el aprovechamiento del agua a través de los embalses son las cartas ganadoras con las que se dirige a la Unesco.

Te puede interesar