Operativo policial con al menos seis detenidos en Ourense y Pontevedra

Efectivos de la Guardia Civil durante el registro de una vivienda en la urbanización de Monterrei.
photo_camera Efectivos de la Guardia Civil durante el registro de una vivienda en la urbanización de Monterrei.
Los arrestados están relacionados con negocios de hostelería y el motor en Ourense

Más de un centenar de agentes de la Guardia Civil y del servicio de Vigilancia Aduanera desplegaron un dispositivo sin precedentes en Ourense que se saldó con al menos seis detenidos. El operativo policial tuvo lugar de forma simultánea en varias provincias, entre ellas Pontevedra, en una actuación coordinada por el Ministerio del Interior. La operación está enfocada en la lucha contra el crimen organizado. Una de las hipótesis es la relación de Ourense con la fabricación de narcolanchas.

Una de las actuaciones de este operativo se registró a primera hora de la mañana en la calle Celso Emilio Ferreiro de la ciudad, en el portal número 12. Sobre las 7,00 horas, los agentes irrumpieron en el inmueble fuertemente armados y con perros del servicio cinológico de la Guardia Civil. Allí arrestaron a un varón de mediana edad, además de realizar un registro completo del domicilio. El bloque de tres pisos es propiedad de la familia del detenido, aunque fuentes cercanas a la misma han confirmado que este no residía allí habitualmente. Mientras tenía lugar el despliegue policial, un helicóptero de la Guardia Civil permanecía en el aire de forma estable, vigilando el edificio y sus alrededores. El operativo despertó la expectación de los vecinos de la zona. Simultáneamente a esta actuación, también se llevaron varios registros en la zona de O Vinteún.

Posteriormente, el operativo policial se centró en la urbanización Monterrei, en el concello de Pereiro de Aguiar. Allí, efectivos de la Guardia Civil y del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) registraron el chalé adosado situado en el número 16 de la calle 7, muy cercano al colegio privado Miraflores. Se trata de una zona residencial conformada por varios chalets, muy próxima a Ourense.

En los registros, los agentes de la Guardia Civil se incautaron de varios ordenadores y dispositivos electrónicos, así como de todo tipo de material para su posterior análisis y posible relación con la investigación.

Los seis detenidos, relacionados con negocios de hostelería y el motor en Ourense, pasarán a disposición judicial en un plazo máximo de 72 horas. La operación policial está a cargo del Juzgado de Instrucción número 2 de Ourense. Por el momento, la jueza ha decretado el secreto de sumario y de actuaciones, ya que la operación sigue en marcha y no se descartan más detenciones.

El dispositivo dirigido desde la Comandancia de la Guardia Civil de Ourense también se trasladó a otros puntos de Galicia. El despliegue policial actuó en la comarca de O Salnés, en la provincia de Pontevedra. A primera hora de la mañana, varios agentes del instituto armado realizaron registros en la zona de Sisán, en el concello de Ribadumia, como parte de esta operación policial.

La red tiene posible relación con el narcotráfico en Andalucía

Los registros e investigaciones podrían estar relacionados con las redes de narcotráfico. Y es que también ayer, en el marco de la operación Grajuela, se detuvo a un total de catorce personas, dos de ellas gallegas. Con este operativo se ha desarticulado a la mayor red de narcotransportistas del Estrecho de Gibraltar. El centro de operaciones de esta trama criminal estaba ubicado en una lujosa urbanización de Lisboa, desde donde un histórico narcotraficante dirigía y coordinaba todas las operaciones navales. También contaban con la infraestructura y una amplia red de colaboradores en la localidad gaditana de Sanlúcar de Barrameda, de donde eran originarios los cabecillas del entramado.

Cabe recordar que en la operación llevada a cabo en Ourense y Pontevedra, también se han llevado a cabo registros en Portugal, país donde las embarcaciones utilizadas por estas organizaciones conocidas como narcolanchas son legales. En España llevan prohibidas desde 2018, por lo que países vecinos como Portugal y Marruecos se han convertido en los puntos de fabricación.

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