El instructor de 1-O tuvo que ordenar a los Mossos que dieran protección a la comisión judicial
n n n El juez que investiga el 1-O llamó en la noche del miercoles, en presencia del fiscal del caso, al mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, para ordenarle que los agentes de la policía catalana abrieran un corredor de seguridad para permitir la salida de la comitiva judicial y de la Guardia Civil de la Consellería de Economía, en las Ramblas barcelonesas. Miles de personas se habían concentrado a las puertas del departamento que dirige Oriol Junqueras, tras conocerse que la Guardia Civil estaba registrando la sede por orden judicial y había detenido a varios altos cargos del Govern y técnicos por los preparativos del referéndum del 1-O.
Una vez acabado el registro por la noche, la comitiva judicial y los agentes encargados del registro permanecieron durante horas en el interior de la conselleria, a cuyas puertas se agolparon centenares de manifestantes hasta la madrugada, y, cuando salieron, después de una carga de los Mossos, encontraron los cuatro vehículos policiales (tres oficiales y uno camuflado) destrozados, con las ruedas pinchadas y desvalijados.
Un portavoz de los Mossos d'Esquadra precisó que el mayor de la policía catalana estuvo a lo largo de todo el día en contacto permanente con el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, Jesús María Barrientos, y el fiscal Superior de Cataluña, José María Romero de Tejada, para darles cuenta del dispositivo que había montado para garantizar la protección de la comitiva judicial y de los guardias civiles que practicaron los registros.
Según la versión de los Mossos, cuando el juez llamó a Trapero para ordenarle que facilitara la salida de la secretaria judicial y los agentes, éste le aclaró que llevaba todo el día en contacto con los responsables del TSJC y de la Fiscalía en relación con ese asunto.
salida de los hostigados
Trapero, según el portavoz de Mossos, precisó además al juez que era la propia comitiva judicial quien había ido retrasando su salida del edificio, voluntariamente, porque aseguraba que no había terminado aún la diligencia que había ido a practicar. De acuerdo con la versión de la policía catalana, primero fue la secretaria judicial la que manifestó que quería abandonar el edificio, por lo que se le facilitó la salida, mientras que los agentes de la Guardia Civil "en algún momento" aseguraron a los Mossos que tenían la intención de permanecer toda la noche en el interior del Departamento de Economía y que iban a salir por la puerta por la que habían entrado, lo que se produjo pasadas las siete de la mañana, después de cerca de 24 horas asediados por la muchedumbre independentista.
Todas las asociaciones del instituto armado critican el "hostigamiento"
Las asociaciones profesionales de la Guardia Civil han expresado "de manera unánime, firme y contundente" su condena tras los "graves hechos" sucedidos durante el dispositivo judicial contra los organizadores del referéndum del 1 de octubre, haciendo un llamamiento a los poderes públicos para recobrar el "civismo y la cordura". En un comunicado suscrito por AUGC, Unión de Oficiales, AEGC, Asesgc, Aprogcy UniónGC, que son todas las asociaciones con representación en el Consejo de la Guardia Civil, reclaman que "disminuya la tensión, y de manera especial cese el hostigamiento y provocación hacia la Guardia Civil".
Las asociaciones respaldan la actuación de sus compañeros en calidad de policía judicial bajo la orden del Juzgado de instrucción 13 de Barcelona, especialmente durante el dispositivo en el que se detuvo a 14 personas por su responsabilidad directa en la organización del 1-O, y denuncian que cientos de independentistas "bloquearan 24 horas" a los agentes que actuaban en la Consellería de Economía de la Generalitat.
En este sentido, subrayan su "apoyo y ánimo para los miles de guardias civiles que durante este momento excepcional están desarrollando una labor impecable en Cataluña".
