EUROCOPA 2016

Las lágrimas de Cristiano

Cristiano Ronaldo lloraba al ser retirado del terreno de juego en camilla.
photo_camera Cristiano Ronaldo lloraba al ser retirado del terreno de juego en camilla.

Ronaldo lloró tras lesionarse y volvió a sollozar por la emoción de ganar la Eurocopa

La historia de Cristiano Ronaldo en la Eurocopa se escribe con lágrimas. Las que derramó una incipiente promesa del fútbol tras caer con Grecia en la final de 2004 y las que no pudo reprimir en la noche de este domingo al ser retirado en camilla en el duelo contra Francia.
Se cumplió la profecía del madridista de la forma más inesperada: antes de la Eurocopa prometió que volvería a llorar, en esta ocasión de alegría. Y lloró, pero de rabia e impotencia, al ser sustituido. Sucedió muchos minutos antes de la histórica victoria lusa.
Ya desde el banquillo arengó a sus compañeros mientras estos intentaban aguantar las oleadas ofensivas de los franceses.
Hace doce años, la imagen de CR7 solo en el medio del campo, imposible de consolar por sus compañeros, cuando todavía era poco más que un adolescente quedó grabada en la memoria de su país, y especialmente en la del astro portugués. No fue el único, también lo sufrió el veterano Ricardo Carvalho que, ahora a los 38 años, llegó hasta Francia para ser campeón.
Un solitario tanto de Charisteas dio a Grecia una victoria que casi nadie había previsto. Y en una situación similar a la de aquel conjunto se plantó Portugal en la fiesta de Francia, dispuesto a arruinarla con un "saintdenisazo" en la senda del mítico maracanazo.
Con su sustitución mediada la primera parte, Portugal se topó de pronto con un doble rival: Francia y su propia circunstancia. La circunstancia, en lo bueno y en lo malo, se llama Cristiano Ronaldo, y su ausencia se convirtió en un inesperado obstáculo para los lusos.
Sin él sobre el campo -aunque hasta entonces prácticamente no había intervenido-, las pocas combinaciones que lograban enhebrar los portugueses quedaban la mayoría de las veces huérfanas de un rematador tan cualificado como el madridista, pese a los esfuerzos de Nani.
Pero su salida tuvo el enorme efecto positivo de obligar a los lusos a multiplicar su solidaridad y su concentración. Ganar era una heroicidad y llegó con el gol de Eder. Cristiano, campeón.n

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