PABLO CACHEDA. Jugador lalinense del BM Valladolid

"La lesión me ayudará a mejorar como profesional"

Pablo Cacheda se eleva sobre Dukic durante el partido del sábado.
photo_camera Pablo Cacheda se eleva sobre Dukic durante el partido del sábado.

Pablo Cacheda (Lalín, 1992) se rompió una de sus rodillas el pasado 17 de agosto. Y el sábado, tras siete meses y medio de baja, el ex del Octavio volvió a las pistas con el BM Valladolid en la victoria ante el Puerto Sagunto (27-21), siendo el máximo goleador de su equipo con seis dianas sin fallo

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Casi imposible volver mejor: seis goles sin fallo y victoria en un partido ante un rival directo.
Fue un día muy especial y, por suerte, salió todo a pedir de boca. No sólo por la actuación personal, que también, sino por la victoria importante del equipo. Poder aportar y poder vivir el balonmano como se vive aquí en Valladolid, con la gran afición que hay... Fue un día espectacular.

¿Desde cuándo sabía que el día del retorno iba a ser el pasado sábado?
Por la semana probé y todo fue muy bien. El viernes hablé con el entrenador y le dije que me encontraba muy bien. Hablamos con los médicos y dieron el visto bueno. El viernes por la tarde ya sabía que podía ir convocado y tener minutos.

¿Con más nervios que nunca?
Desde luego que sí. Es uno de los días que más nervios pasé en mi carrera porque tampoco sabes si vas a poder ayudar, a qué nivel vas a estar en los minutos que tengas.

¿Qué tal se encontró en la pista?
Salí en el minuto 15 de la primera parte a ver cómo respondía y a coger buenas sensaciones. Fue lo que conseguí en la primera mitad y ya en la segunda fue todo con mucha más confianza, olvidándome totalmente de la rodilla y volviendo a sentirme jugador de verdad. Por suerte, salió todo muy bien.

¿Se atreve ya a todo en los entrenamientos o todavía tiene en la memoria la rodilla?
Intento olvidarme por completo, pero hay gestos que aún no hago, no conscientemente sino de forma inconsciente, por el miedo y por tanto tiempo sin hacerlos. Sabía que no iba a estar al cien por cien y mi entrenador lo sabía también. Todavía me quedan semanas para intentar alcanzar ese nivel y volver a ser el jugador que era.
De cara a portería, que entrase el primer lanzamiento sería básico.
Pensaba que los lanzamientos no iban a ser lo mío y lo que me pedía el técnico era darle fluidez al juego. Pero como me fui encontrando tan bien, acabé entrando en el uno contra uno y con la defensa rival un poco más abierta me encontré mucho más a gusto. A partir de ahí, con confianza, vas intentándolo todo, te va saliendo, ves que sigues sin fallar y es importante de cara al resto de partidos. Aunque no todos saldrán como éste, sin duda, poco a poco esperemos llegar al nivel.

Le faltará más a nivel de dirección de equipo al no haber podido jugar con sus compañeros.
Me faltan semanas de entrenamiento. Para mí esto es como una pretemporada. Estuve dos semanas al principio pero fueron más de trabajo físico. Ahora me falta empezar a conocer a mis compañeros, movimientos, velocidades y demás. Pero pronto me acostumbraré porque me lo están poniendo muy fácil.

Pero la clasificación aprieta y no hay tiempo para pruebas.
La situación es la que es. Ojalá fuese sin tener el agua al cuello, pero los rivales no dejan de ganar. Aun así, por desgracia, he vivido esta situación otros años. Aunque sí es verdad que quizás habrá que acelerar este proceso para poder ayudar lo máximo al equipo.

¿Todos estos meses de baja, cómo los ha vivido?
Pasé casi todo el tiempo en Valladolid, salvo las dos primeras semanas en muletas y las vacaciones de Navidad. Eso me ayudó a seguir trabajando. Mis compañeros me animaban a salir de casa para ir al gimnasio en los momentos más complicados. Eso te ayuda a seguir día a día. También que la rodilla no fallase en ningún momento, que todos los días fuesen productivos. Respondió genial y no perdí prácticamente ningún día de trabajo.

Buscando lo positivo, ¿es una experiencia que curte como jugador, ha aprendido algo?
Esto ayuda a mejorar. Son experiencias que hay que pasar, también como persona. Estar lejos de la familia y de los amigos y tener que seguir adelante ayuda a mejorar. Y también me ayudará a ser más profesional, a cuidarme más, sabiendo que tengo una rodilla que me puede dar problemas y que tengo que ser mucho más serio a este respecto. Me puede ayudar a ser más fuerte, a prestar atención a los detalles.

Y sin dudas en poder recuperar el nivel anterior e incluso superarlo.
Ahora, intentar acabar la temporada al mejor nivel posible y ya luego se verá lo que pasa. Poco a poco, intentar ser mejor jugador, que es para lo que trabajamos todos los días, y poder ayudar al equipo.

¿Tiene claro qué hará el año que viene? ¿Seguirá en Valladolid?
No lo sé. Aquí la situación es la que es –el club acaba de entrar en concurso de acreedores– y el club y yo llegamos al acuerdo de que negociaríamos antes del 15 de marzo. Ahora se ha aplazado hasta el final de temporada por la concursal y ese tema lo tengo totalmente aparcado. Estoy centrado en recuperarme e ir ayudando al equipo. Olvidando el tema del año que viene, que todavía queda lejos.

¿Muchos mensajes desde Vigo?
Esta misma semana hablé con Quique, le comenté la posibilidad de volver a jugar y me dio la enhorabuena. Los compañeros me estuvieron apoyando desde el momento en que me lesioné. 

Mantendrá un ojo en el Octavio, ¿cómo lo ve?
Desde el principio de temporada lo sigo muy de cerca. Pasaron ahí ese bache de partidos que parecía que se venían abajo y ahora vuelven a encontrar la senda de la victoria. Si siguen en esta línea, jugarán la fase de ascenso, que es un poco lotería. Si ascienden, seré el primero en alegrarme.n

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