El moañés saltó al campo en el minuto 73 y convirtió el tanto del empate en el 91
Aspas está en su mejor momento, un punto sublime de su carrera como futbolista y ayer lo mostró ante Marruecos cuando peor lo pasaba la selección española. Un gol de genio, de artista para empatar el encuentro y, combinado con el empate casi simultáneo de Irán ante Portugal (1-1), otorgar la primera plaza del grupo a la selección española. Su rival en octavos de final será Rusia.
El morracense saltó al terreno de juego en el minuto 73 del encuentro en sustitución de Diego Costa. Precisamente, su entrada coincidió con los mejores minutos de Marruecos y con instantes en los que prácticamente no tocó el balón entre los centrales magrebíes.
Sin embargo, todo cambió. El segundo tanto del rival provocó la entrada de Rodrigo, también canterano del Celta, en el campo y el moañés comenzó a moverse por los diferentes puntos del ataque. Apareció en un primera acción para poner un pase atrás sin remate, después inició la jugada que terminaría en gol con un pase demasiado largo para Rodrigo. La acción terminó en saque de esquina, lo sacó rápido España y Carvajal puso el centro.
Se desmarcó el moañés entre la maraña de defensores africanos y, al borde del fuera de juego. Marcó con un toque sutil, medio de tacón, medio con el interior, para prolongar al segundo palo y batir a Munir. No lo pudo celebrar de inmediato porque el asistente tenía el banderín levantado. Tuvo que esperar al VAR, el sistema de revisión de vídeo y, gracias a una pierna atrasada de un zaguero de Marruecos, su posición fue legal y, por tanto, el tanto legal.n
