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La comodidad se aleja del dogmatismo

Iago Aspas volvió a ser una pesadilla para los defensas rivales, con apariciones en todas las zonas del campo.
photo_camera Iago Aspas volvió a ser una pesadilla para los defensas rivales, con apariciones en todas las zonas del campo.

Los elegidos de Miguel Cardoso se sienten cada vez más cómodos y se asientan en sus puestos. Una gran actuación coral –tal vez la mejor de la temporada– y detalles de calidad de jugadores diferenciales como Iago Aspas y Brais Méndez permitieron a los célticos llevarse un triunfo importante por lo que representa por sí mismo y por lo que puede suponer de cara al futuro más cercano.

Normas, no dogmas
La salida de balón por bajo desde el portero como apuesta única y principal se murió en el encuentro liguero ante la Real. Frente a Huesca y ayer frente a Villarrreal, nadie definiría al equipo  vigués como dogmático en este sentido. Los balones largos salvando el centro del campo también encuentran su momento. Al igual que las combinaciones desde atrás.

Los espacios
Cardoso tiene más obsesión por los espacios que por el balón. Ayer, el Celta los redujo con su defensa avanzada y propuso un encuentro claustrofóbico para su rival. Y se movió bien en esa reducción porque encontró a sus mediapuntas, los especialistas en explotarlos.

Los despistes graves
Iba camino de ser un partido redondo. Hasta que Rubén erró al convertir un pase atrás en cesión y, poco después, Juncá se despistó al tirar la línea en una segunda jugada tras córner. Por suerte, Gerard se topó con el palo.

Sin ser decisivo para el marcador pero muy en medio

Gil Manzano digirió el partido desde la comodidad de saber que sus decisiones no determinaron el marcador en ningún momento, pero también bajo la presión de una grada desencantada. Sus problemas de colocación ocasionaron algunas molestias, principalmente a los locales, y en lo punitivo marcó muy pronto el listó con la amarilla a Cáseres. Acertó al pitar cesión en el primer gol del Villarreal.n

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