Claudio Giráldez llega al ecuador de su misión salvadora en el mismo puesto pero con 3 puntos más sobre el descenso
Claudio Giráldez, técnico celeste, está a medio camino de su primer gran encargo al frente del primer equipo: lograr la permanencia en las diez jornadas que faltaban para el final cuando él tomó las riendas. En ese momento, el conjunto vigués era décimo séptimo con dos puntos de renta sobre el Cádiz, que ya por entonces marcaba el descenso. Ahora, cinco partidos después, el puesto es el mismo (17º) pero el margen con el peligro se ha aumentado hasta los cinco puntos. La tendencia, pues, es positiva, aunque tampoco ha habido un salto que evitase el lógico dramatismo con que se afrontan los últimos cinco encuentros cuando la salvación se ve amenazada.
El balance de resultados está más que claro: dos victorias -ante el Sevilla a domicilio en el debut (1-2) y en Balaídos contra Las Palmas (4-1)-, un empate -en casa con el Rayo (0-0)- y dos derrotas -en el Villamarín contra el Betis (2-1) y el pasado sábado en Vitoria (3-0)-. Ese último tropiezo, por el fondo y por la forma, enreda un tanto un caminar que conducía al optimismo.
Dentro del contexto de Primera División, la miniliga de Claudio Giráldez sitúa al Celta en mitad de la clasificación. Concretamente, en la undécima posición igualado a esos 7 puntos con el décimo, el sorprendente Granada, que tiene mejor diferencia de goles en este tramo -un +3 por el equilibrio perfecto de los célticos, con siete tantos a favor y otros tantos en contra-.
En esta competición de cinco partidos, el bloque celeste está por delante de rivales directos como el Alavés (6 puntos), el Mallorca (5) y, sobre todo, el Cádiz (4). Eso sí, queda por detrás de otro con el que se ha medido en este tiempo, el Rayo Vallecano, que se ha ido a los 8 puntos merced a 2 victorias, 2 empates y una sola derrota, por el 2-1-2 de los célticos. De hecho, los dos triunfos sumados sólo son superados por seis equipos en estas últimas ocho semanas.
A nadie extrañará que el Real Madrid lidere también esta miniliga con un pleno de victorias. Pero muy cerca del conjunto blanco se sitúa el próximo rival celeste, un Villarreal que ha logrado tres victorias, un empate y sólo una derrota en ese tramo. Por abajo, llama poderosamente la atención la Unión Deportiva Las Palmas, que no ha sumado ni un solo punto al haber hilado cinco derrotas, con un solo gol a favor y 10 en contra.
Vitoria estropea el cuadro
La llegada de Claudio Giráldez trajo consigo un cambio en la apuesta futbolística celeste: de apostar por una defensa en campo propio y renunciar al balón sin problema a querer llevar el mando del encuentro desde el balón, apostando por un juego con el pase como figura central. Obviamente, con matices en ambos casos.
Lo cierto es que la propuesta, habitual con el técnico porriñés en el filial y que casa más con la que el club quiere que impere en toda su estructura de base, cayó en gracia desde el principio, favorecida por ese triunfo inicial ante el Sevilla en el Pizjuán. Y muchos de los jugadores la recibieron con alegría, sintiéndose más libres para sacar a relucir su calidad. El ejemplo más claro, Iago Aspas, que en estos cinco partidos ha marcado 2 goles -de 7 en toda la temporada- y ha dado tres asistencias -de ocho-. Eso sí, concentrando ese acierto en el duelo ante Las Palmas, con doblete en ambas estadísticas.
Incluso en la derrota contra el Betis, el equipo pasó por fases de buen juego y dominio. Pero todo quedó ensombrecido por el rendimiento del equipo el pasado sábado ante el Alavés en Mendizorrotza. El Celta igualó en mal juego con sus peores versiones de esta misma temporada y el resultado fue holgado pero justo (3-0). Principalmente asusta la sencillez de los dos primeros goles locales, que nacieron de sendos saques de portería. Un borrón en un buen cuadro.
