"Las mascarillas dejan paso de nuevo a la sonrisa visible”. Los creadores de los argumentarios del gobierno se han puesto sentimentales y tiernos para justificar la retirada de las mascarillas, que da paso de nuevo a la España binaria, los que sí y los que no, que a veces están cambiados y los que ahora dicen no antes decían que porqué no. Una vez que no es obligatorio llevar mascarilla lo mejor es seguir utilizando el sentido común y el principio de precaución. Hay personas a las que la mascarilla les agobia y están dispuestos a correr más riesgos. Quienes las soportan se ahorrarán ir y venir si la llevan como si la pandemia siguiera dando disgustos. Demos por bueno que se trata de una medida adecuada pese a las prevenciones de algunos expertos. Y paradigmático una vez más el caso de Madrid, que se queja de que la decisión no haya sido adoptada por consenso. Ayuso protesta porque no le han dado oportunidad de rebelarse contra el Gobierno.
