Opinión

Optimismo

Medalla de oro en vacunación, el país desarrollado que más crecerá, creación de empleo que supera las previsiones, cumplimiento de un tercio de sus promesas electorales... El presidente del Gobierno Pedro Sánchez ha dibujado un fin de curso más que optimista. Está en su derecho de hacerlo. Al fin y al cabo, es lo que hacen todos los presiente autonómicos, jefes de servicio o alcaldes pedáneos cuando realizan balance de su gestión. Para señalar las sombras ya está la oposición y la armada mediática contraria. Siempre ocurre igual. Que no debía ser así también es una obviedad, pero las reglas del juego son las que son y al enemigo ni agua. Sánchez saca pecho con las vacunas porque los presidentes autonómicos y los medios se vuelven contra él cuando tarda algunos días en que se cumplan sus vaticinios sobre vacunación. Y si el PIB crece más dado que la economía española se estrelló el año pasado, también podía crecer menos y no llegar al nivel prepandemia. El optimismo, en fin, contribuye a mejorar la salud.

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