Opinión

Interruptus

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia nos ha dejado a medias y ha tirado la piedra y escondido la mano. Después de afirmar que una treintena de compañías distribuidoras de electricidad han subido los precios de sus tarifas un 30% con una ingeniería tarifaria luminosa se ha guardado el dato de más enjundia, el de los nombres de esos presuntos aprovechados, y lo peor de todo es que en lugar de tratar de resolver este entuerto con diálogo entre las dos partes, ha recomendado a una de ellas que se apañe como pueda, que revise sus facturas y si consiguen desentrañar donde y como se ha producido el ¿fraude? que se pongan en contacto con la compañía para la reclamación pertinente. Por supuesto que no es el mejor sistema para resolver un contencioso, y pone de relieve que la CNMC no ha terminado de cumplir con su tarea y que todas las sospechas sobre las compañías eléctricas, opacidad, caradura, falta de competencia y efectos de las puertas giratorias se confirman.    

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