Opinión

Andalucía

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, no quiere adelantar las elecciones en su comunidad autónoma, a pesar de que esa operación no la ven mal desde la calle Génova porque puede coger con la guardia baja al PSOE andaluz, acercarse a la mayoría absoluta y dar otra puntilla al partido naranja con el que ahora gobierna en coalición. Los últimos movimientos de Vox van en la misma dirección, la de acabar con Ciudadanos, forzar al PP a dar por terminada la legislatura porque con sus votos necesarios no sacará adelante ninguna ley más, y convertirse, más todavía, en el árbitro de la política andaluza imponiendo sus preceptos antiinmigratorios y toda la retahíla de posiciones ultraconservadoras. O sea que a Moreno Bonilla le van a hacer un sandwich entre su propio partido y Vox. Él es el jamón, y el vicepresidente de Ciudadanos, Juan Marín, el queso que se va a derretir. Lo que quiere Pablo Casado es un Madrid II, con un nuevo varapalo a los socialistas. 

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