Opinión

Triángulo

En estos últimos años, mi vida transcurre casi simultáneamente en los vértices y a lo largo de los lados de un triángulo de querencias a cada cual mas contradictoria. Vivo en Tuy, disfruto y he vivido también en Bayona y he trabajado y morado la mayor parte del tiempo en Vigo, cada una a menos de media hora de la otra.
Mi vida profesional ha sido en general una dedicación al urbanismo, carente casi en su totalidad de compensaciones anímicas significativas. A lo largo de cerca de 40 años he clamado en un desierto vigués, huérfano de sentido común y de personajes que sintieran, de verdad, la ciudad y su futuro. Ahora, ya en el estado de júbilo permanente que adorna la vejez de quien ocupa sus horas en aquellos placeres que da el ocio (ausencia de negocio, para los griegos), y en la distancia que permite la elevación de no tener que sufrir el día a día de tus antiguas frustraciones, ni tener que ser políticamente correcto, me permito unas leves observaciones sobre la realidad y las posibilidades de esos tres vértices citados.
Vigo dispone de una ría (9 ayuntamientos) excepcional y de unas posibilidades portuarias únicas, pero de un urbanismo caótico, pueblerino, sin objetivos, perdido ya para el futuro. Una ciudad machacada de forma regular y constante por Corporaciones de mediocres, formadas por lo mas representativo de sus cutres planteamientos de rivalidades pueblerinas, de espaldas a sus necesidades reales y sobre todo a sus posibilidades de ciudad industrial, competitiva y de perdido motor de Galicia.
Tuy tiene un pasado esplendoroso, con el segundo mejor casco antiguo de Galicia, tras Santiago, y un emplazamiento de primer orden, a orillas del Miño, frontera con Portugal y enlace entre el bajo Miño y el Condado, con unas posibilidades turísticas prácticamente inéditas, pero, al igual que Vigo, con Corporaciones sin ambiciones de progreso, sin visión absoluta de futuro, destrozando y descuidando cada vez más y más las posibilidades de recuperación de su casco, a cada medida demagógica que acometen, con una parte nueva insulsa y sin personalidad, una ciudad, sino perdida ya para su futuro urbanístico, como en el caso vigués, muy cerca de hallarse ya en sus mismas condiciones.
Bayona, sin embargo es otra cosa. Al igual que Tuy, con un pasado mucho mas brillante que el vigués, dispone de una ría, de una bahía y de un entorno turístico de primer orden, con el parador, los clubes náuticos, su paseo marítimo y un casco viejo marinero que no presenta demasiados síntomas de agotamiento, aunque tenga como hándicap su estacionalidad, que es preciso romper en lo posible, y un paisanaje al que, en general, hay que echar de comer aparte, pues a la par que en Vigo, les mueve el NO mas que cualquier otra cosa. Dispone, por otra parte, del mejor alcalde de los tres y, quizá por ello, de desarrollar posibilidades latentes que no deberían perderse si afrontase, junto a su Corporación, las necesidades reales mas apremiantes con valentía, ajeno a las iniciales protestas a cualquier iniciativa (la Palma es un acierto por la que los del NO estaban dispuestos a morir para evitarla). Es de suma importancia la construcción del campo de golf en Chan da Lagoa, el complejo hotelero-deportivo en Val de Martín, en Baredo, la recuperación y potenciación turística de la fachada posterior de Sabarís, frente a la marisma, la construcción del edificio social del nuevo club náutico o la recuperación del paseo perimetral de Monte Boi, en un marco incomparable, pero tratado de la forma mas hortera que imaginar se pueda, con unas “esculturas” y “motivos” de una estética infumable. Un auténtico despropósito, por muy local que pueda ser el “artista”.
La ciudad de Vigo genera cada fin de semana entre el fútbol, baloncesto, balonmano y algún otro deporte, el desplazamiento de varios equipos a la ciudad, que requieren de alojamiento con instalaciones deportivas donde poder entrenar antes de la competición. Las inmediaciones de Val de Martín, donde ya existe un campo de fútbol construido, son el lugar idóneo para el gran complejo hotelero-deportivo donde cumplir con todas esas expectativas, e incluso las de concentraciones de equipos para pretemporadas, todo al lado de la autovía de comunicación tanto con Vigo como con el aeropuerto o la autovía a Madrid.
A mi entender, Vigo sin prácticamente opción urbanística alguna para optar a un prometedor futuro, salvo un cambio radical en todos sus planteamientos, Tuy donde todavía existen ciertas posibilidades y Bayona donde nada está perdido, requieren sobre todo de lo que es la clave del urbanismo y que aquí es algo desconocido en todos los ayuntamientos: Gestión pro objetivos, algo habitual en Barcelona, Bilbao, Santiago, o sin ir mas lejos, en los pequeños pueblos del norte de Portugal, tan cercanos y a la vez tan lejanos en opción por el gusto, la belleza y el buen hacer, como Viana do Castelo, Caminha, Vilanova de Cerveira, Valença do Minho, Monçao, Melgaço, Ponte de Lima, Ponte da Barca, Arcos de Valdevez, etc., ejemplos urbanísticos reconfortantes.

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