L. H. P. es un amigo foráneo es madrileño castizo que se enamoró de
Vigo hace mucho tiempo-, que de cuando en cuando me pregunta cosas,
temas, historias y diversas cuestiones de nuestra ciudad a la que suele venir en verano y, pese a todo, -aunque algún libro histórico le he regalado-, me solicita datos, historias, cuentos, leyendas, asuntos de heráldica y un largo etcétera sobre Vigo. (Lo cual, aunque me parece grato, a veces suele ser pedido con urgencia, lo que ya es peor.)
Lo de hoy es relativamente sencillo y seguro de que lo tiene ya en sus documentos, pues debe tener muchos papeles, -o libros- que lo contienen. Pero un amigo es un amigo y si es un filovigués mejor y más atención por mi parte.
Lo primero que quiere saber -recordar, ¿no?-, es desde cuando Vigo es Villa.
El nombre de Vigo suena ya el año 1097-mil noventa y siete-, en una acta de deslinde con el témino de Canadelo y se repìte más veces en repartimientos y donaciones reales citándose como Santa María de Vigo.
También hay documentos en los que aparecen lugares que hoy son de nuestra jurisdicción y no olvidemos que la enamorada de las cantigas de Martín Odax invita a cuantos saben amar amigo al mar de Vigo a bañarse en las ondas.
La primera noticia de Vigo como villa está en la crónica que hace escribe
Froissart -según J. de Santiago y Gómez y Ulpiano Nogueira-, del ataque de fuerzas inglesas del Duque de Lancaster, al mando del mariscal Moriaux, en 1388, que remata con un acuerdo ante vigueses y sitiadores.
En fin y seguiremos otro día, querido amigo: ahí tienes el texto de una felicitación del Capitán General de Galicia, marqués de Casatremañes,
que nos felicita la Pascuas y nos saluda como Muy Noble y Leal Villa de Vigo, el 29 de diciembre de 1770.
Y en la misma fecha lo hace el arzobispo santiagués que nos desea felicidad también y nos saluda como Srs. Justicia y Regimiento de la Muy Noble y Leal Villa de Vigo.
(Otro día te mandaré más documentos a favor. Y gracias por tu preocupación histórico-viguesa. Ya sé que quieres mucho a Vigo.
