Me dejó asombrado y luego estupefacto en cuanto llegó Gorecho a la tertulia. Fue el primero. O sea; el segundo, porque yo estaba a la espera del personal, se dice así, ¿no? Y me inquiere, ccmo gusta decir él:
-¿Sabes que se está creando a la chita callando una nueva fuente de trabajo a través del deporte?
-Hombre... Supongo que te referirás al aumento de deportistas, que cada vez hay más y que suponen un gasto de compras de material, de transportes, de asistentes a espectáculos, de primas o sueldos a los sportmen...
-Me refiero solamente al fútbol...
-Eso ya está estudiado desde el punto de vista económico: empresarial, empleados, futbolistas, directores, entrenadores, cuidacampos, sanitarios, asistencia vestuaria y médica, viajes...
-Para, para: ya sé todo lo que cuesta mantener equipos de fútbol y la pasta gansa que da o no da- para poder superar o al menos equilibrar el gasto...
-Pero no sabes el monei nuevo y la de gente más nueva que también será precisa para atender a las exposiciones novísimas del fútbol... Mucho nuevo...
-¿A que te refieres?
- Jo... Es muy fácil verlo... Y creo que, enseguidita, todos los clubes tendrán un profesor artístico in situ. ¿No lo entiendes? Te lo explico en tres palabras, o las que sean: Va el delantero con el balón pegado a los pies y el defensa contrario le entra en busca del esférico o el tobillo y el peroné produciendo la caída de nuestro jugador atacante... ¿Y qué pasa? Pues que llorando casi o blasfernando y dando cuatro -¿cinco?- volteretas, retorciéndose de dolor nuestro herido y en busca del penalty, acercándose mucho al área enemiga, intentando hacer tiempo o... ya sabes. Pero esto hay que presentarlo bien... Y para eso se van a dedicar clases a los jugadores. Ejemplo: Golpe suave de contrario en tibia con miniblasfemias cívicas casi silenciosas y rueda escandalosa como la toma de la Bastilla. Otra lección: Salto con acercamiento suave del codo a la sien y casi tanto al árbitro, por contusión ajena sin querer. Otra más: Rodaje de seis vueltas mínimas en golpe con enemigo fortachón.
Y ya te contaré, tío. Casi nada: Caídas artísticas, volteretas falsas, ay, ayes...