Opinión

España y su música clásica

Dejando a un lado la política, la pandemia del COVID-19, la economía, tanto mundial como nacional, la globalización, el cambio climático y un sinfín de horrores contemporáneos quiero repasar un tema de otro tópico que es la música, especialmente dentro del ámbito actual de las nuevas generaciones jóvenes ya acostumbrada a lo que yo llamo ‘el bumpa-bumpa’. Como geriátrico lo interpreto como espectáculo entrelazado de pirotécnica, ruido, letra nefasta, a veces insultante. Es la más mínima representación de que es la cultura de la música en general. Hagamos la pregunta. ¿Qué saben hoy, la mayoría de los chavales/as españoles/as del enorme bagaje de música clásica, especialmente con carácter del país interpretada en miles de obras majestuosas, no solo por españoles, pero de tantos compositores internacionales famosos del mundo, ejemplos Bizet (Francia) o Rimski-Korsacov (Rusia)? En este bagaje incluyo en un principio a la enorme variedad de zarzuelas que son el equivalente a comedias musicales en USA y operetas en Europa. Los guiones suelen ser nostálgicos, siempre alegres, desde luego románticos, y cubren el espectro geográfico de España. Comencemos en Galicia con el compositor Reveriano Soutullo, autor de ‘La leyenda del beso’ y ‘La del soto del Parral’. 
Pasemos a ‘Los gavilanes’ de José Ramos Martin, con la historia de un emigrante gallego que vuelve a su aldea. Ya en otro ámbito aparece Madrid con ‘La verbena de la Paloma’ la divertida historia de un viejo verde en la fiesta madrileña durante la procesión de la Virgen de la Paloma. Puedo seguir numerándolos gracias a la colección de discos que guardo en el armario del olvido. Sigamos con lo más serio, comenzando nuevamente con España. 
Los compositores más famosos son sin duda Manuel de Falla e Isaac Albéniz. Solo con mención de ‘El sombrero de tres picos’ obra de Don Manuel e ‘Iberia’ de Don Isaac invoca el amor por la patria de ambos compositores. Luego están Enrique Granados, fallecido tristemente durante la I Guerra Mundial, con el suave ‘Goyesca’, Joaquín Rodrigo con el conocido ‘Concierto de Aranjuez’ aunque su obra no tan popular, ‘Fantasía para un gentil hombre’ es mi preferida. Me viene a la mente el compositor catalán, Francisco Tárrega que se suma a lo andaluz con ‘Recuerdos de Alhambra’. Acabo con un menos famoso que fue Joaquín Turina y la obra ‘La procesión del Rocío’. Saltemos al mundo y hagamos la pregunta obvia de porque el interés por España por los compositores internacionales. 
Si regresamos al siglo XIX, la visión del país, sin ánimo de ofender, era uno de gitanos y toreros como bien lo representó el compositor francés Georges Bizet en ‘Carmen’ su última obra, antes de fallecer, aunque Manuel de Falla copió posteriormente al tema en otra obra famosa, ‘El amor brujo’. Otro francés, Claude Debussy compuso varias piezas pequeñas y poco conocidas, siempre con Granada como punto de partida, curiosamente nunca estuvo en Andalucía. Se inspiro con fotografías de España. Lo curioso fue lo del ruso Rimski-Korsacov que, inspirado durante un viaje a Cádiz - otra vez los andaluces – compuso el conocido ‘Capricho Español’ que está lleno de alegría y jolgorio. Finalmente pensé en la influencia de la cultura musical española al cruzar el charco al gran mundo de los Estados Unidos. Lejos del jazz y el honki-tonk existió un gran compositor clásico americano; Aaron Copland. Entre toda clase de obras esta ‘El salón Méjico’. ¿Dilecto/a lector/a pregunto, que tenemos hoy? ¡Nada! Ya no hay compositores clásicos de antaño. Solo hay que ver el último espectáculo de ‘Eurovisión’ que en mi humilde opinión era pura…

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