Opinión

¡Por un bocadillo de jamón!

Suena a la película de Clint Eastwood, ‘Por un puñado de dólares’ pero no tiene nada que ver, aunque el significado es similar. Hace unos días, un conductor de un camión en ruta de Inglaterra a Holanda llegó puerto de Hook y al pasar por la aduana le fue confiscado un bocadillo de jamón que llevaba como almuerzo. El oficial aduanero le informo que no solo era lo del bocadillo pero que de ahora en delante de acuerdo con las reglas de higiene no podría traer ningún producto de alimento sea frutas, verduras u otro comestible. ‘Bienvenido a Brexit, señor. Que tenga un buen viaje’, se despidió el aduanero. 

No tardó mucho en que la noticia llegara a la televisión de Holanda que luego causo furor en los medios de los periódicos en el Reino Unido. Lo importante de este evento es que forma parte de un infinito número de pequeños y minúsculos obstáculos, que incluyen papeleo burocrático que se encontraran los británicos a partir de este nuevo año al firmar definitivamente el divorcio de Europa. Otro tema de importancia que uso la propaganda antieuropea durante la campaña en el referéndum fue la cuestión de soberanía. Los ingleses estaban convencidos equivocadamente de que la Unión Europea controlaba el sistema judicial de cada país de la Unión. Esto no es verdad. 
Lo que impone la Comisión Europea es que las leyes de cada país estén conformes a bases de la de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Dos ejemplos claros es que ningún país podrá permitir la formación de un partido Nazi - no confundir con extrema derecha - además de prohibir la pena de muerte, para dar ejemplos. Al contrario, todas las recomendaciones son más bien positivas como puede ser la salud, especialmente en alimentos o fertilizantes, una vez más para dar ejemplos. Otra protección de suma importancia es la ‘Denominación de origen’. Los ingleses han perdido esta protección. Pasemos a la situación del fin del libre movimiento de personas impuesto entre la Unión e Inglaterra. No hace falta explicar lo que todos sabemos al vivir en Europa y en especial la zona Schengen. Pero los ingleses aún no se han enterado de lo que van a perder. Este tema, aunque explicado hace unas semanas es necesario como recordatorio porque entra en vigor, los requisitos, léase cuotas, permiso de trabajo y residencia para vivir y trabajar tanto en Inglaterra como en la Unión Europa. 

El Reino Unido, en las cláusulas correspondientes del divorcio ha puesto un precio para los mismos antes de otorgar el visado correspondiente. O sea, dependiendo no solo de la oferta de trabajo también deben incluir si la persona está casada y tiene hijos. Mas personas, más debe justificar los ingresos anuales. ¿Qué pasa en España? Exactamente lo mismo. A partir de ahora cualquier británico que quiera vivir en este país debe justificar un ingreso mínimo sea pensionista, empleo por cuenta ajena o autónomo. Lo curioso relacionado con los pensionistas es que no creo que haya un europeo que decida jubilarse en Inglaterra que nunca haya vivido ni trabajado en el Reino de su Majestad. Todos sabemos que hay más de un millón de británicos que sí han elegido escaparse del frío inglés acabando jubilados en las soleada España, Italia, Bretaña, Grecia, sus islas y otros tantos países generalmente en las costas del Mediterráneo. 

En fin, esto acaba de comenzar. Esta horrible situación del COVID-19 no hace más que enmascarar lo que se viene encima con el Brexit. Solo puedo añadir, continuará…

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