Opinión

Digitalizar España

Durante esta pandemia una de las palabras que más se ha repetido es: digitalización. La digitalización nos acompaña desde hace años a través de las conexiones a internet y la tecnología. Y aunque ya lleve años entre nosotros, la digitalización es el futuro. La pandemia ha acelerado un proceso que en el último año ha estado más presente que nunca. Hemos tenido que trabajar, estudiar y también relacionarnos a través de la esfera digital. Así pues, el teletrabajo, las aulas virtuales, o bien el comercio electrónico están más presentes que nunca en el debate público.

Por ello, desde el Gobierno de España se ha apostado, de forma firme y acertada, por la economía digital. No podemos olvidar que, como se recalca desde Europa, el liderazgo económico del S.XXI está fuertemente unido a la transición digital. Las razones son claras. Como expuso el presidente Pedro Sánchez, en la digitalización está la clave de un aumento de la productividad, que conllevará al crecimiento sostenible, el empleo de calidad y, en consecuencia, la prosperidad y el bienestar social. Europa se ha propuesto estar a la cabeza del mundo en digitalización y España quiere estar a la cabeza de Europa en digitalización.

España tienen capacidades suficientes para lograrlo. Somos el primer país de la Unión Europea en despliegue de fibra óptica, tenemos una buena cobertura de banda ultrarrápida y disponibilidad de 5G, nuestra administración y sanidad pública presentan un alto porcentaje de digitalización y somos el quinto país de la UE en ciberseguridad. Sin embargo, queda espacio de mejora. Se debe ampliar la digitalización en la educación y formación, aumentar las habilidades y competencias digitales del conjunto de la población, favorecer la adopción tecnológica de las PYMEs y promocionar los niveles de inversión privada en I+D en TIC. 

Con el fin de impulsar la transformación digital, el Gobierno de Pedro Sánchez ha aprobado la Agenda España Digital 2025, la cual despliega el eje vertebrador central de digitalización del Plan de Recuperación de España. Esta estrategia movilizará 140.000 millones de euros de inversión pública y privada durante los próximos 5 años. Se  articula en un conjunto de reformas estructurales concretadas en 48 medidas por un importe de 70.000 millones de euros en los próximos 3 años. En los presupuestos públicos se recoge una inversión de 20.000 millones de euros, de los cuales el 75% serán financiados a través de fondos europeos materializados en nuevos programas e instrumentos de financiación. La acertada aprobación de los Presupuestos para 2021 y los beneficiosos acuerdos con la Unión Europea, harán que la financiación esté asegurada para este ambicioso Plan.

Una de las palabras que mejor define esta Estrategia es transversalidad. Transversalidad en el sentido más plural y amplio de la palabra. En primer lugar, porque España Digital 2025 aborda diversas dimensiones de la digitalización. Por su transcendencia, cabe destacar el plan de conectividad y la estrategia 5G, la estrategia nacional de inteligencia artificial, el plan de digitalización de las pymes, el plan de digitalización de las administraciones públicas y el plan de competencias digitales. En segundo lugar, porque la amplitud y ambición de esta agenda, aunque coordinada por Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital de la Vicepresidenta Nadia Calviño, implica a un gran número de Ministerios. En tercer lugar, porque es de aplicación holística. Tanto las Comunidades Autónomas como las corporaciones locales están llamadas a cooperar con el resto de las administraciones públicas, para hacer realidad este proceso de transformación. En cuarto lugar, por la estrecha colaboración público-privada. En el ámbito digital, las inversiones públicas (20.000 millones de euros) no son sino el motor para movilizar las importantes inversiones (50.000 millones de euros) que el sector privado abordará en los próximos años y que permitirán transformar completamente nuestra economía. En último lugar, porque la digitalización es una herramienta vehicular para favorecer la transición energética o combatir la brecha de género o las divergencias territoriales. Desde el Gobierno, la puesta en marcha de esta Agenda permitirá la completa transformación digital de nuestra economía y sociedad, en todas sus facetas, desde todos los ámbitos y para todos los ciudadanos a través de un proceso humanista. Porque es tiempo de poner a las personas en el centro. Es tiempo de avanzar hacia un desarrollo más sostenible, justo e inclusivo.

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