Cartas al director

¿Es éste el mundo que te apetece?

 Nos encontramos en un mundo cada vez más degradado (eso que llaman progreso), unas veces por razones económicas, otras por razones políticas y otras por causas naturales. Todas ellas convergen en lo mismo: en el sufrido ciudadano, sin otro poder para solucionarlo  que el mísero voto en unas ocasiones y la aceptación resignada en otras. Pero además, en el caso de los votos, tenemos la desgracia de que quienes te lo piden, te engañan en relación a los proyectos a realizar, proponiéndote blanco, hasta el día antes de las elecciones, lo que al siguiente será negro. Claro, esto es el proyecto político de la ultraizquierda, cuando nos gobierna, como es el caso actual en España.
Pero el mundo sufre con demasiada frecuencia, desastres naturales, que además de destruir el fruto de los esfuerzos realizados por el hombre durantes muchos años, se llevan muchas vidas y dejan secuelas irreversibles en otras. Podemos afirmar que son cosas inevitables, pero eso es por haber emprendido el ser humano un camino muy desacertado de apartarnos de Dios, dejando de acordarnos de Él y pensar que en este mundo lo podemos todo solos nosotros y los inútiles gobernantes que tenemos. Hemos apartado a Dios de nuestras vidas, matando seres inocentes con el cruel aborto, otras veces a mayores desesperados por las desatenciones de los demás con la eutanasia, muchas veces por el afán de poder de unos asesinos que promueven guerras, sin importarles matar a quienes sean para lograrlo o bien terroristas asesinos que, con fines diversos, matan y destruyen cuanto se les ocurra.
En todo ello apreciamos una desconexión con el Todopoderoso, fomentada por la ultraizquierda y alguna vez también por la derecha tímida e irresponsable que no quiere distanciarse mucho de las barbaridades ideológicas de sus oponentes.