En el marco de la campaña “La caza también vota”, el hoy ex-presidente de la Xunta, Sr. Feijóo, mostró el apoyo del Partido Popular a los cazadores andaluces durante la campaña electoral de las elecciones andaluzas.
En esa comunidad autónoma se ejerce la caza en todas las modalidades, sobre todas las especies cazables. En Galicia no es así, vamos muy por debajo. En tierras andaluzas se cazan jabalíes en la modalidad al salto y en mano. En Galicia, no, porque están estrictamente prohibidas.
Sin embargo, en el mes de octubre del año 2019, por cierto, pocos meses antes de las elecciones gallegas, desde la Consellería de Medio Ambiente, anunciaron (así apareció reflejado en los medios de comunicación), que se iba a permitir la caza del jabalí al salto y en mano. Los cazadores se portaron muy bien. El Sr. Feijóo ganó las elecciones. Después, el gobierno gallego se olvidó de cumplir la promesa. Cosas de políticos, pasó el día, pasó la romería.
A estos políticos parece que no les importa mucho que los cazadores gallegos no tengamos los mismos derechos a la hora de ejercitar la caza. Los cazadores gallegos sí reclamamos la igualdad, esa igualdad que tanto propaga el PP. Esa igualdad que sí la tienen los cazadores en otras comunidades.
Próximamente habrá nuevas elecciones. Los cazadores gallegos podemos preguntarnos: “Y ahora, ¿qué?” ¿Cometeremos el error de votar a quienes se olvidaron de nosotros?
En la manifestación celebrada el 20 M del año 2022 en Madrid, entre las más de 500.000 personas allí presentes, muchos éramos cazadores gallegos. Mucho se criticaba al presidente Sánchez, llamándole “anticaza”, pero el tiempo demostró lo contrario. En la segunda fase de la pandemia, el presidente Sánchez se pronunció en alto y claro, “Se permite la caza en todas sus modalidades”.
Pero, la caza es competencia de los gobiernos autonómicos. Y en Galicia, así nos va.
Ahora que pronto comenzará la campaña electoral en Galicia, a ver si el Sr. Feijóo se viene por aquí y muestra el apoyo del PP a los cazadores gallegos, para que puedan ejercitar la caza en todas las modalidades.
Los políticos gallegos deben saber que la caza no sólo vota, también rebota.
En esa comunidad autónoma se ejerce la caza en todas las modalidades, sobre todas las especies cazables. En Galicia no es así, vamos muy por debajo. En tierras andaluzas se cazan jabalíes en la modalidad al salto y en mano. En Galicia, no, porque están estrictamente prohibidas.
Sin embargo, en el mes de octubre del año 2019, por cierto, pocos meses antes de las elecciones gallegas, desde la Consellería de Medio Ambiente, anunciaron (así apareció reflejado en los medios de comunicación), que se iba a permitir la caza del jabalí al salto y en mano. Los cazadores se portaron muy bien. El Sr. Feijóo ganó las elecciones. Después, el gobierno gallego se olvidó de cumplir la promesa. Cosas de políticos, pasó el día, pasó la romería.
A estos políticos parece que no les importa mucho que los cazadores gallegos no tengamos los mismos derechos a la hora de ejercitar la caza. Los cazadores gallegos sí reclamamos la igualdad, esa igualdad que tanto propaga el PP. Esa igualdad que sí la tienen los cazadores en otras comunidades.
Próximamente habrá nuevas elecciones. Los cazadores gallegos podemos preguntarnos: “Y ahora, ¿qué?” ¿Cometeremos el error de votar a quienes se olvidaron de nosotros?
En la manifestación celebrada el 20 M del año 2022 en Madrid, entre las más de 500.000 personas allí presentes, muchos éramos cazadores gallegos. Mucho se criticaba al presidente Sánchez, llamándole “anticaza”, pero el tiempo demostró lo contrario. En la segunda fase de la pandemia, el presidente Sánchez se pronunció en alto y claro, “Se permite la caza en todas sus modalidades”.
Pero, la caza es competencia de los gobiernos autonómicos. Y en Galicia, así nos va.
Ahora que pronto comenzará la campaña electoral en Galicia, a ver si el Sr. Feijóo se viene por aquí y muestra el apoyo del PP a los cazadores gallegos, para que puedan ejercitar la caza en todas las modalidades.
Los políticos gallegos deben saber que la caza no sólo vota, también rebota.
