“Vigo y Galicia tienen un vínculo especial con Argentina y su gente”

Camila Jiménez, bonaerense afincada en Vigo.
photo_camera Camila Jiménez, bonaerense afincada en Vigo.
“Aquí la gente siempre tiene los brazos abiertos, sobre todo para la gente que viene de Argentina. Todo el mundo tiene algún familiar allí, por lo que hay un vínculo muy especial”.

Las becas BEME, impulsadas por la Xunta, permiten a emigrantes y descendientes de emigrantes gallegos en Latinoamérica volver a Galicia para cursar un máster universitario. En algunos de estos casos, los beneficiarios terminan gozando de oportunidades laborales a raíz de esta titulación y asentándose aquí, haciendo así el camino inverso que una vez ellos o sus familiares hicieron.

Así ocurrió con Camila Jiménez, una bonaerense que llegó a Vigo en 2019 gracias a una de estas becas. Camila había terminado su licenciatura de Nutrición en la Universidad de Buenos Aires y buscaba hacer un máster en España. “Encontré esta beca por internet y me pareció una muy buena idea aprovecharla y tratar de quedarme por un tiempo”, explica. 

Para Camila, Vigo es una ciudad muy especial porque “de este mismo puerto cogieron mis abuelos el barco que les llevó a Buenos Aires”. Además, asegura que le encanta la hospitalidad de los gallegos: “Aquí la gente siempre tiene los brazos abiertos, sobre todo para la gente que viene de Argentina. Todo el mundo tiene algún familiar allí, por lo que hay un vínculo muy especial”. Cuando llegó, pasó un tiempo en Ourense porque allí tiene lugar el Máster en Nutrición, pero se mudó a Vigo mientras realizaba la tesis –parte de ella la tuvo que llevar a cabo en la Facultad de Biología–, donde decidió quedarse porque “es una ciudad muy hermosa y bien montada, es pequeña pero tiene para hacer de todo y tiene tanto playa como montaña”. Eso sí, incomparable a Buenos Aires, “mi ciudad favorita del mundo”, confiesa.

Después de terminar el máster, a Camila le surgió la oportunidad de participar en una investigación en el laboratorio de bioquímica en el que había hecho el Trabajo de Fin de Máster para hacer su tesis doctoral, en la que lleva ya cuatro años trabajando. “Si todo va bien, espero presentarla el año que viene”, apunta, tras una etapa “muy bonita en la que estoy aprendiendo muchísimo”.

Por el momento, Camila se centra en vivir día a día y planea quedarse en Vigo, por lo menos, mientras no termine su tesis doctoral. “Después, iré allí donde pueda crecer profesionalmente”, comenta. Eso sí, con Vigo y Galicia siempre en su corazón: “Es muy especial porque mis abuelos me hablaban mucho de su vida aquí cuando era pequeña”.

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