Soledad Luque: “Las familias de los niños robados exigen una ley”

Soledad Luque, con una fotografía de su madre con ella de bebé, al poco de que la desaparición de su mellizo.
photo_camera Soledad Luque, con una fotografía de su madre con ella de bebé, al poco de que la desaparición de su mellizo.
La presidenta de “Todos los niños robados son también mis niños” presenta en la Casa del Libro la obra colectiva “Cuando el estado es violento”

En Galicia hay 36 diligencias abiertas en la Fiscalía por niños robados desde las décadas de los 60, 70 y 80 en España, cuatro en la provincia de Pontevedra. Son datos de 2020, cifras que no se han actualizado en los últimos tres años. De las denuncias no se conoce el número. Según Soledad Luque, son miles afectados en toda España por la sustracción de recién nacidos en el paritorio, alegando el fallecimiento de los bebés y engañando a las familias, a las que le impedían ver los supuestos cadáveres.

Aunque estos casos es recogido por la nueva Ley de Memoria Histórica, para Luque, lo hace de forma testimonial. “Necesitamos una normativa y estamos trabajando en ella desde 2017, pero lleva dos años bloqueada en la sección de enmiendas del Parlamento; acabamos de presentar 81.000 firmas a la mesa del Congreso para que se libere, pero el PSOE lo paró, habría que preguntarse por qué, las familias exigen una ley que se base en el derecho de la verdad, la justicia, la reparación y la no repetición”. Profesora de la Universidad Carlos III, Soledad Luque (Madrid, 1965) es la presidenta de “Todos los niños robados son mis niños”, asociación que creó con su familia en 2011 tras ser archivada la denuncia por su supuesta desaparición de su hermano mellizo, Francisco, en la incubadura de la maternidad O'Donnell de Madrid a los pocos días de nacer. 

Mañana hablará de su caso en la Casa del Libro, a las 19:30 horas, en la presentación del libro “Cuando el estado es violento”, una publicación coral sobre los distintos tipos de violencia contra la mujer. Asegura que no se trata de indemnizaciones, “el Estado se tiene que responsabilizar de la búsqueda de los niños, tiene recursos que las asociaciones no tenemos, tanto técnicos, humanos como económicos; incluso se pueden aplicar los recursos de la Ley de la Memoria Histórica”.  En más de una década de trabajo, desde la asociación de Luque no lograron ningún rencuentro. 

“Hemos hecho seguimientos y localizado a familias, incluso hemos verificado fallecimientos; en el caso de nuestro hermano, hubo un acercamiento con un hombre, Mario, pensamos que podría ser, pero las pruebas de ADN fueron negativas, él encontró a su familia biológica, aunque su madre ya había fallecido; mantenemos el contacto, somos hermanos de corazón”, afirma.

“No era una cuestión de mafias, era represión”

Los niños robados en el franquismo y en los primeros años de la democracia forma parte de las formas de violencia hacia la mujer que se incluye en el libro “Cuando el estado es violento”. “Después de la guerra Vallejo Nágera llegó a defender la teoría de que el gen rojo se heredaba de madres a hijos”, afirma Luque. Aunque afectaba a toda la familia, para la profesora está relacionado con el ninguneo que el franquismo hizo de la mujer, “no podía hacer nada sin el permiso del tutor”.  El robo de niños “no era una cuestión de mafias, ni de dinero, estaba legislado, el Estado podía tutelar a los niños sin permiso de los padres, primero como represión política y luego social”.

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