Hay de nuevo convulsión en el PSdeG y voces críticas.
Estoy muy centrado en trabajar y no quiero acrecentar ningún debate estéril. El proyecto que iniciamos hace cuatro años ha germinado, pero necesita tiempo para que dé frutos. Estar en una estrategia de cuestionar a la dirección del partido después de cada resultado electoral no es acertado. En los cuatro años en que he sido secretario, el PSdeG ha crecido en apoyo electoral en todas las convocatorias, hemos cambiado una tendencia de caída de 12 años y hemos recuperado fuerza, músculo. Estamos en condiciones de poder afrontar los retos de futuro. En 2015 y 2016 el PSOE obtuvo sus peores resultados en unas generales y algunos barones del partido buscaron una estrategia para poner fin al secretario y derrocarlo. Después la militancia volvió a colocar a Pedro Sánchez en la secretaría. Yo participé muy activamente en aquel proceso y el tiempo ha permitido que el partido socialista se asiente, vuelva a gobernar en España y ser primera fuerza. En Galicia nos equivocamos en 2009, cuando el aparato del partido buscó en la noche electoral hacer caer al presidente Touriño. Con el tiempo hemos visto que aquel acuerdo de tantos barones del partido en torno a Pachi Vázquez fue un error. Quiero decir a todo el partido que tenemos que trabajar, que todos tenemos que aprender y rectificar donde no hayamos acertado, pero que sin duda el partido ha mejorado, la militancia sabe que estamos con mucha más fuerza, mejor que hace cuatro años. El futuro del PSdeG se escribe en Galicia, por Galicia y para Galicia, con total lealtad a la dirección federal. Mi lealtad nadie la cuestiona, pero mi compromiso es con Galicia y creo que el proyecto para el futuro de Galicia tenemos que hacerlo los gallegos en el PSdeG de mano de la militancia.
¿Pedro Sánchez es su amigo?
Tengo buena relación con Pedro Sánchez.
¿Tiene su móvil?
Por supuesto, hemos tenido contacto fluido y trabajado en todo lo que ha hecho falta. Él contó con mi apoyo cuando lo defenestraron en aquel comité federal. Fui una voz clara y dura porque entendí que aquella operación también estaba organizada desde fuera por cierto poderes de la sociedad. Apoyé la moción de censura. Pero el futuro de Galicia hay que escribirlo en Galicia. La cuestión de la amistad es más personal. Yo estoy aquí, él en Madrid…
Un “barón” no se siente.
Me siento un militante de base del partido, un profesor de la Universidad de Vigo y un ciudadano comprometido con la izquierda. No tengo ninguna medalla ni ningún galón.
¿Cree que Feijóo se volverá presentar?
No voy a hacer especulaciones, habrá que preguntárselo a él. Deseo que gobierne bien para Galicia, que tenga un proyecto que yo no veo en sanidad, empleo, educación. Por eso tenemos uno alternativo galleguista, ecologista, feminista y de izquierdas que apoya los servicios públicos y la cohesión social. Es muy importante no debilitar el país y no tener que lamentarnos. Los movimientos independentistas me preocupan muchísimo y también la extrema derecha. No las quiero para el conjunto de España ni tampoco en Galicia.
Un deseo para Galicia.
Eliminar las listas de espera en la atención primaria y generar empleo. En cuestiones concretas, muchísimas. Pero sabe Dios cómo estará el mundo en cuatro años. Centrémonos en el día a día. Quiero agradecer el respaldo de tantos ciudadanos al partido socialista y en Vigo, mi ciudad, a tantos vigueses. Con los resultados que obtuvimos en Vigo, yo sería presidente.
