La Guardia Civil bajó efectivos en la provincia en doce años pero sin cerrar cuarteles

En Vigo se inauguró en 2018 la nueva sede de la Patrulla Fiscal y en Cambados se está construyendo un nuevo cuartel.
photo_camera En Vigo se inauguró en 2018 la nueva sede de la Patrulla Fiscal y en Cambados se está construyendo un nuevo cuartel.
Las asociaciones profesionales aseguran que la falta de agentes se agrava en verano, sobre todo en el interior 

La Guardia Civil siempre estuvo estrechamente relacionada con la seguridad en el mundo rural. Su presencia en los pueblos ha sido y es sinónimo de “tranquilidad” para los vecinos y el cierre de cualquier cuartel supone la protesta de alcaldes y de la población. 

En la actualidad en la provincia existen 36 dependencias del instituto armado repartidas por los 61 municipios que la componen. En ellas se encuentran destinados 1.639 agentes, lo que supone 49 menos que en 2011, según se recogen en los datos del año pasado facilitados por el Ministerio del Interior. Unos efectivos que atienden a 943.473 habitantes, población censada en la provincia, según se recoge en los datos del Instituto Nacional de Estadística. 

Un número de agentes que desde la asociación Independientes de la Guardia Civil consideran que “hay que explicar, ya que en la actualidad hay mucho más turismo que hace una década en las zonas de costa y ha aumentado el número de peregrinos en la provincia, por lo que la mayor falta de personal se siente en los meses de verano con el aumento de estos flujos y las vacaciones de los efectivos”.

También apuntan que “las mayores carencias están en las patrullas de seguridad ciudadana y en comarcas del interior, como puede ser el Deza”. Los más perjudicados de esta falta de personal son, desde la Unión de Guardia Civiles, los municipios más pequeños y despoblados. 

En este mismo espacio de tiempo no se ha cerrado ningún cuartel y se han ampliado o mejorado instalaciones como la nueva sede de la patrulla Fiscal en el Puerto de Vigo, inaugurada en el 2018 y que ocupan en la zona del Tinglado las antiguas naves de fruta. 

En Cambados, por su parte, se está construyendo una nueva casa cuartel. Las instalaciones supondrán un coste de algo más de 6,5 millones de euros y se espera que estén finalizadas en el tercer trimestre de este año. 

Otra de las actuaciones, está en fase de redacción del proyecto, es la reforma del cuartel de Covelo. Una actuación puesta en marcha por el Ayuntamiento, cuyo alcalde, Juan Pablo Castillo, explicaba que “siempre hacemos pequeñas reparaciones y de mantenimiento. Este proyecto es para la rehabilitación energética del edificio”. En la actualidad cuentan con seis agentes, que junto con los de Arbo y Ponteareas cubren las extensas comarcas de Condado y Paradanta. Para el regidor “la presencia de la Guardia Civil en el municipio es importante para los vecinos y siempre defenderemos su permanencia”. 

Sin embargo, la existencia de un cuartel “no significa que se pueda dar un buen servicio a la población. Al final te quedas con cinco agentes que tienen que hacer turnos y descansos y es imposible mantener abierto el cuartel todo el día, algo que encontramos en muchos puestos de ayuntamientos pequeños que no abren por las tardes para atender a los ciudadanos por falta de efectivos”, explican desde la Unión de Guardia Civiles. 

Para poder dar respuesta a todas las necesidades funcionan los llamados núcleos operativos, que permiten que patrullas de un cuartel puedan desplazarse a otros municipios, cubriendo amplias zonas que “obligan a recorrer muchos kilómetros para poder cumplir con la misión de velar por la seguridad de todos los vecinos”, explican desde la asociación de Independientes de la Guardia Civil. 

Para este colectivo profesional es “evidente que hay falta de personal y de medios, además de salarial, ya que defendemos que por el mismo trabajo se tenga el mismo salario”. 

Las cifras del Ministerio del Interior refleja que el número de guardia civiles en la provincia no ha tenido importantes oscilaciones en la última década. Un sube y baja de cifras que apenas supera el medio centenar de agentes entre un año y otro, salvo en el 2018 y 2019, en el que se cayó por debajo de los 1.600, cifra que se fue recuperando poco a poco hasta situarse en los 1.639 del año pasado. 

Sin embargo, desde las asociaciones profesionales de guardia civiles recuerdan que estos números oficiales no reflejan toda la realidad, y recuerdan el aumento de población, sobre todo los meses estivales, en los municipios de costa de la provincia y el trasvase de efectivos hacia esos puntos calientes desde las zonas del interior. 

Y es que al final “son siempre los municipios de la provincia con menos habitantes y las patrullas de seguridad ciudadana, que son la verdadera base de la seguridad y del servicio al ciudadano, los que más sufren la carencia de efectivos”, aseguran.

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