A partir del 8 de abril comienzan unas obras de reforma en la estación de Chamartín, en Madrid, que afectarán a la conexión por el Eje Atlántico entre Vigo y A Coruña hasta agosto. En concreto, el tren madrugador que sale desde la estación de Urzaiz a las 6:35 horas se adelantará 20 minutos, partiendo a las 6:15, para garantizar la conexión de los usuarios de Ferrol y A Coruña en Santiago en su camino a la capital española. Esto hace que las demandas de muchos pasajeros habituales se vean cumplidas, al llegar el servicio hasta A Coruña ligeramente antes de las 8:00 horas y no pasadas las 8:15 como acostumbraba llegar.
“Por fin podemos entrar a trabajar a nuestra hora”, aseguraba Pilar Martínez, que pese a tener que levantarse a las 5:20 horas y acudir a Vigo desde Tui en coche porque “esta muy mal conectada”, no le importa despertarse antes si “puedo llegar a mi hora al trabajo. Compensa todo y prefiero este horario”. Sin embargo, el hastío en relación con los continuos retrasos e incidencias en esa frecuencia hace que Pilar no se fie de los horarios fijados: “Se debería hacer en 80 minutos y, desgraciadamente, no se hace. Y no se conoce el porqué”.
Encarna acude todos los días hasta a Coruña por trabajo y, este adelanto temporal “me beneficia porque se ajusta a mis horarios laborales”, pese a tener que madrugar un poco más de lo habitual: “Semejante madrugón espero que valga la pena, aunque si no llega a su destino antes de una hora y 45 minutos no va a servir de nada”.
Otro usuario anónimo valoró positivamente el nuevo horario, pero vería con mejores ojos más servicios que realizasen esa misma conexión a primera hora de la mañana, aunque sin ser necesaria una doble composición: “Parece un experimento venido desde Madrid para ver qué viajeros mejoran sus condiciones y quienes no. Yo voy a llegar mejor a mi trabajo, pero madrugo 20 minutos más”. Apunta que este cambio mejora la llegada hasta A Coruña para los trabajadores y se convertirá en un “horario útil”, aunque cambiará las costumbres de muchos otros viajeros que ven cambiada su rutina durante cinco meses.
Una de ellas es Marta. Estudiante de medicina en Santiago, ese adelanto obliga a que pase una hora a la espera del comienzo de sus clases o tener que tomar el Regional de las 5:00 horas, mucho más lento y con más paradas en diferentes municipios. “Es un fastidio, antes iba muy bien de tiempo y ahora tengo que cambiar horarios y vivir con eso hasta agosto”. Además, necesita al menos una hora para llegar a Vigo, algo que “me obliga a levantarme muy temprano”.
