El Juzgado de lo Penal 3 de Vigo ha condenado a los cuatro acusados de participar en el robo violento a un matrimonio de edad avanzada en su domicilio, al que drogaron, haciéndose pasar por médicos del covid en plena pandemia. La sentencia les impone penas de ocho años de cárcel, que se elevan hasta los ocho y nueve meses en el caso de uno de los procesados por reincidente, por los delitos de robo con violencia y lesiones con las agravantes de abuso de superioridad y disfraz, además de por otro delito leve de lesiones, que implica una multa de 440 euros. Eso sí, absuelve a dos de ellos de la acusación de estafa de la que también estaban investigados.
El fallo considera probado que todos ellos, unidos por relación de parentesco o amistad, puesto de común acuerdo y con el ánimo de obtener un beneficio patrimonial, sobre las 20 horas del 8 de abril de 2020 acudieron al domicilio de las víctimas, de 79 y 78 años respectivamente. Mientras dos de ellos permanecieron en la calle realizando labores de vigilancia los otros dos, ataviados con guantes de goma, batas blancas y mascarillas que les cubrían complemente la cara, excepto los ojos, lograron entrar en la vivienda manifestando ser personal sanitario.
Una vez en el interior de la casa hicieron ingerir a la mujer benzodiacepinas y éxtasis, lo que provocó que perdiera la conciencia y se cayera al suelo golpeándose el pie derecho. Tras maniatar en un sillón con unas medias al marido, le preguntaron por el dinero para, a continuación, registrar todo el piso y lograr hacerse con 4.000 euros en efectivo, varios anillos, pulseras y dos relojes de oro de Cartier. Antes de marcharse, drogaron al hombre para conseguir huir con el botín.
Dos de los investigados mantenían antes de estos hechos una relación con el hombre, que falleció meses antes de celebrarse el juicio, debido a su profesión de numismático y, aunque al menos en dos ocasiones le acompañaron al banco, la sentencia considera que no ha quedado acreditado que aprovechándose del deterioro cognitivo de la víctima, intentaran convencerlo para que retirara cantidades de dinero y se las entregara.
Aunque los acusados negaron los hechos, dos de ellos asegurando que estaban confinados, el tribunal considera probado que estuvieron en Vigo y en el domicilio atendiendo al posicionamiento de sus móviles. El ADN también señaló a un procesado.
