El príncipe Guillermo marca distancias con su hermano Enrique

El príncipe Enrique de Inglaterra.
photo_camera El príncipe Enrique de Inglaterra.
El heredero retoma su agenda pública tras el diagnóstico de Carlos III 

Dejando a un lado sus diferencias con la Familia Real Británica y demostrando su apoyo incondicional a su padre en este delicado trance, el príncipe Enrique no dudó en cancelar su agenda y regresar de urgencia al Reino Unido nada más enterarse de que el rey Carlos III padece cáncer.

Horas después de la llamada telefónica con la que su progenitor le contó personalmente la enfermedad que le fue diagnosticada a raíz de su operación por un agrandamiento benigno de la próstata -por el momento se desconoce qué tipo de cáncer es-, el duque de Sussex cogía un vuelo de Los Ángeles a Londres para reencontrarse cuanto antes con el monarca.

Alrededor de las 14.00 horas de ayer Enrique, que viajó sin Meghan Markle y sus dos hijos, Archie y Lilibeth, aterrizaba en la capital británica y, sin tiempo que perder, se dirigía a Clarence House para ver a Carlos III, donde fue fotografiado muy serio y con rostro de preocupación.

Un encuentro que duró 45 minutos y del que no trascendió ningún detalle, aunque la expectación entre los medios de comunicación ingleses por el regreso de urgencia del príncipe Harry es máxima. Horas después de ver a su hijo menor, el rey reaparecía de lo más emocionado abandonando su residencia en compañía de la reina Camilla, su gran apoyo en estos duros momentos.

La agenda del duque de Sussex y su estancia prevista en Londres es todo un misterio, aunque según los tabloides británicos algo está claro. Y es que no va a verse con el príncipe Guillermo. Antaño uña y carne, el príncipe de Gales está tan dolido con su hermano por sus durísimas ataques contra su familia -especialmente contra él y Kate Middleton- que ni siquiera en unas circunstancias como la enfermedad de su padre piensa dar su brazo a torcer con Enrique.

“Estoy ocupado con cosas más importantes” habría asegurado a su entorno, dejando claro que entre sus planes no está ver a su hermano. Una frase que podría tener su explicación en que a su vuelta al trabajo tras su baja para estar al lado de su mujer tras su operación abdominal -el hermetismo continúa siendo absoluto sobre el estado de Kate, que no reaparecerá hasta Semana Santa- se une que a raíz de la enfermedad de Carlos III asumirá algunas de las funciones y compromisos del rey, por lo que su agenda estará repleta de actos.

Sin embargo, muchos aventuran a que la negativa de Guillermo a ver a Enrique no es sino la confirmación de que su relación está completamente rota y ni siquiera por el cáncer los hermanos acercarán posturas.

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