Caleb Ewan aprovecha el trabajo del Orica y se impone en Logroño

El corredor australiano Caleb Ewan, del equipo Orica GreenEdge, se impuso ayer en la Vuelta a La Rioja al ser el mejor en el sprint final de la carrera, que concluyó en un circuito urbano por el centro de Logroño. La carrera, de 173 kilómetros, fue vistosa y atractiva, sobre todo porque los dos principales equipos de la carrera, el Movistar y el Orica, demostraron que querían el triunfo.
Los dos grandes metieron representantes en la fuga inicial, pero pasado el tiempo asumieron que ésta no llegaría a Logroño y contribuyeron a neutralizarla, algo que sucedió en el kilómetro 126. Así, con unos cincuenta kilómetros por delante, la 'clásica' de la Vuelta a La Rioja volvió a comenzar.
Ése fue el momento de Alejandro Valverde, que sabía que el final de carrera no le beneficiaba y que tampoco quería pasar desapercibido en una carrera que en los últimos años se le resiste a su equipo. El murciano saltó del pelotón con un ritmo de contrarreloj y sólo Iván García, del Greenway, aguantó su tirón, pero pocos kilómetros.
Valverde llegó solo a Logroño e inició el circuito urbano con fe, aunque vio como por detrás el Orica demostraba su capacidad para organizar un sprint e imprimía al pelotón una velocidad muy alta. Así, la aventura del líder del Movistar –que llegó a 37 segundos de ventaja– murió poco después del primer paso por meta en el circuito urbano de Logroño, es decir a veinte kilómetros del final.
El Movistar, que no tenía un sprinter en esta carrera, asumió que no ganaría y dejó hacer a los australianos, que controlaron todo el circuito urbano. Rodaron a bloque y trabajaron a la perfección para el joven Caleb Ewan, un joven de 20 años, subcampeón mundial sub-23, que pide paso como una de las principales promesas del pelotón mundial en llegadas al esprint. Superó a Daryl Impey y Andrea Palini.n