Todo minutado y controlado hasta el mínimo detalle. Los organizadores del primer concierto de campanas y gaitas necesitaban la máxima sincronización que lograron con un reloj atómico para que los tañidos de la Concatedral, San Francisco, Santiago de Vigo y Fátima sonasen según lo pautado. Promovido desde la Xunta dentro del Nadal Solidario y con la organización de la Fundación de la Coral Casablanca, el grupo de gaitas y percusión Xarabal dio la réplica a los toques de campana impartidos por los percusionistas Rosi Iglesias y Martín Avendaño desde lo alto de la Concatedral. Tendrían que haber hecho lo mismo con los realizados por Karen Castro y Óscar Expósito, desde San Francisco y María Italiani y Celia Martínez, desde Santiago de Vigo, pero los villancicos emitidos a todo volumen desde los altavoces municipales no dejaban llegar los sonidos más lejanos. La distancia del campanario de Fátima ya hacía prever que, aún en las mejores condiciones, no se iba percibir sus campanadas.
“La idea es que dialoguen o se hagan los coros entre sí”, apuntó Ernesto Campos, el autor de la partitura a base de composiciones propias o adaptaciones de temas populares.
A las 13.10 horas en punto comenzaron las campanadas de la Concatedral, con los villancicos de fondo. En el atrio del Casco Vello se situó el escenario principal, donde al poco sonaron las gaitas, cuya potencia consiguió acallar la megafonía, pero que resurgía con fuerza en las secuencias de las otras iglesias.
Alejandro Pérez ejerció de maestro de ceremonias. En medio del ruido ambiental, apenas se escuchaba. Narró el recorrido que siguen los peregrinos que realizan el Camino de Santiago por la Costa desde A Guarda a Vigo, combinándolo con los toques de campanas y las piezas interpretadas por Xarabal: “A Barroca”, “Marcha de San Martiño”, “´Moradiño”, “Xarabal”, “O Forricallo” y “´Cascarraxe”. Cuarenta minutos exactos en lo que todo funcionó, aunque no se pudo apreciar por la contaminación acústica.
El público que se congregó en torno al atrio de la Concatedral, entre los que estaba Antón Corral, se mostró desconcertado por el duelo de conciertos, mientras la Xunta mostró su indignación. Desde el Concello aseguran no haber recibido ningún comunicado oficial sobre el concierto, por lo que tampoco se solicitó el apagado de la animación que suena todos los días en el centro.n