El barco de la ONG atracó en Algeciras con 87 inmigrantes rescatados de un naufragio en Libia
La ONG Proactiva Open Arms afirmó que los migrantes y refugiados rescatados en aguas del Mediterráneo frente a las costas de Libia que viajaban en el buque "Open Arms" y que desembarcaron en el puerto de Algeciras (Cádiz) preferían morir en el agua a ser devueltos a Libia. Asimismo, desde la ONG lamentaron que no se siga el protocolo internacional de trasladar a los rescatados en los puertos seguros más cercanos. Y también la decisión del Ejecutivo de no conceder "ningún estatus especial" a estas 87 personas, algo que sí se hizo en el caso de los tripulantes del "Aquarius".
En declaraciones a los periodistas, el jefe de misión de Proactiva Open Arms, Riccardo Gatti, censuró "que en esta situación no se haya puesto en marcha la normativa internacional de trasladar a los rescatados en el mar a puerto seguro en el menor tiempo posible porque son inmigrantes". "De hecho un guardacosta italiano conocido mío señaló que si fueran rescatados de un embarcación de recreo sí se les trasladaría al puerto seguro más cercano que en el caso de estos migrantes sería Italia o Malta", detalló Gatti.
El representante de Open Arms indicó que tras acometer el rescate de los migrantes descartaron poner rumbo a Italia "por miedo a represalias de las autoridades italianas y ante el hecho de que se nos impidió entrar en aguas maltesas, incluso para evacuar una tripulante que necesitaba atención médica, decidimos pedir el permiso al Gobierno español de atracar en un puerto de su territorio".
En esa línea, Gatti agadeció al Ejecutivo español el ofrecimiento de Algeciras como puerto seguro "si bien esto supone que España también incumpla la normativa internacional de llevar al puerto seguro más cercano a los rescatados".
devoluciones en caliente
Durante el rescate, la ONG tuvo constancia de una deportación en caliente de un buque italiano que devolvió a varios migrantes a Tripoli (Libia), "así como que algunos migrantes se tiraron al agua al vernos porque creían que éramos guardacostas libios ya que prefieren morir a ser devueltos a Libia", relató Gatti.
"Todos tienen mucho miedo tras ser rescatados, de hecho como estuvimos dos días en la zona esperando ante la posibilidad de nuevas embarcaciones, los rescatados tardaron en confiar en nosotros porque veían que no nos movíamos de la zona y pensaban que iban a ser devueltos en caliente", apostilló. De igual modo, Gatti narró que los 87 migrantes (un gambiano, un egipcio, un sirio y el resto procedente de Sudán o Sudán del Sur), "llevaban dos días a la deriva y estaban sedientos a la hora del rescate, por lo que hubiesen muerto si no hubiéramos llegado". "Algunos de ellos muestran el horror en su cara", señaló.
