“El metal gallego soporta mejor la crisis y renacerá con fuerza, pero 2021 va a ser duro”

¿Qué objetivos se marcan con este congreso internacional? 
Es un foro internacional que va a ser de carácter bienal y que pretende traer a Galicia lo mejor de toda la industria marítima, naval y portuaria, tres actividades que aportan mucho valor a cualquier territorio. Queremos que la comunidad gallega sea el foco de referencia para toda Europa e incluso a nivel mundial en este ámbito.
¿Cómo respira el sector del metal en estos momentos?
El metal gozaba de una buena salud ante del covid lo que nos ha permitido mantener un buen nivel de actividad en 2020, capar el temporal y terminaremos el año con una afectación menor que otros sectores. 
¿Y 2021? ¿Se atreven a hacer previsiones? 
2021 será duro. Va a ser un año de dificultades, con caída de facturación y se va a perder empleo con total seguridad. Se han retraído inversiones, se han detenido proyectos que estaban en marcha por  desconfianza pura y dura porque hay mucha incertidumbre. Todas las empresas están a la expectativa de la evolución de la situación sanitaria y estamos seguros de que una vez la pandemia vaya remitiendo, la industria va a renacer con mucha fuerza porque tienen capacidades ya que el metal está implicado en mercados internacionales y muy diversificado y ha demostrado durante la pandemia que soporta mejor la crisis. Lo que sí constatamos es que en 2021 hay actividades que seguro que no se van a recuperar antes de dos o tres años como es la aeronáutica. 
¿Y el resto de actividades?
La automoción es la que va a aportar más crecimiento y datos positivos al conjunto del sector del metal gallego por la buena marcha de la empresa tractora, PSA, y de la cadena de proveedores que están trabajando a muy buen ritmo, igual que la metalmecáncia y empresas de mecanizado y de ingeniería. En el naval, los astilleros tienen dificultades para encontrar contratos nuevos ya que se mueve en un entorno totalmente internacional, la confianza influye muchísimo y estamos en el momento de mayor incertidumbre que se recuerda.
La venta de Vulcano debería ser inminente. ¿Qué esperan?
No somos nada optimistas con su futuro y con el que proyecto que se pretende llevar a cabo en esas instalaciones, dudamos mucho de que se vaya a realizar una inversión para construcción y reparación naval aunque ojalá nos equivoquemos. 
¿Cuántas empresas del metal están en ERTE por fuerza mayor? 
Entre un 7 y un 8% de todo el sector. La automoción es la actividad que ahora mismo no cuenta con ningún ERTE activo, precisamente por el buen ritmo de la industria.
En el catálogo de ocupaciones de difícil cobertura del Ministerio de Trabajo figura el sector del metal desde hace años. Choca que haya déficit de personal con el incremento de parados y destrucción de empleo.
Sí hay déficit de trabajadores, sin duda alguna. Seguimos necesitando profesionales y se está incorporando al sector gente de fuera, de Portugal y de países del Este. Vamos a hacer un esfuerzo con la Consellería de Emprego para dar un impulso a la formación para la inserción laboral en nuestro sector y poder mejorar esta situación, que no es buena. No puede ser que estemos en plena búsqueda de contratos y que no tengamos trabajadores en Galicia.
En los últimos años se ha producido una fuga importante de empresas gallegas hacia Portugal desviando inversiones. ¿Cómo está respondiendo ahora el mercado luso?
En los últimos meses la salida de empresas gallegas hacia Portugal se ha frenado a causa de la pandemia, pero el mercado luso está captando en general más inversiones de multinacionales que España y Galicia y ya tenía consolidada una importante estructura industrial. Ahí está el reto y es donde debemos trabajar conjuntamente las asociaciones, empresas y administraciones públicas para intentar captar inversiones y que las nuestras no se vayan fuera.
¿A qué aspira Asime con los fondos europeos para la recuperación económica? 
Esperemos que se haga una buena gestión y un reparto eficaz de las ayudas. El metal es determinante en la reindustrialización, que es uno de los pilares de este fondo europeo, porque el sector representa el 20% del PIB gallego y en la transformación digital y la transición energética, el sector está absolutamente implicado. Aspiramos a captar una fábrica de baterías para coches eléctricos aunque sabemos que vamos un poco tarde ya que no estamos en el pelotón de salida, pero pelearemos porque generaría empleo y aseguraría futuro.