“Un 30% de declarantes marcan la ‘X’ del IRPF para aportar a la iglesia”

DELEGADO

Raúl Alfonso es el delegado episcopal para Asuntos Económicos

Raúl Alfonso es el delegado para Asuntos Económicos de la Diócesis de Ourense. Estos días está muy pendiente de los resultados de la campaña de la renta, y de lo que puede llegar al Obispado de Ourense gracias a los fondos aportados por los ourensanos y el resto de españoles al firmar en la casilla de la X al realizar su declaración.

¿Cuánto se recaudó en el último ejercicio del que hay datos, que fue el 2015? 

En la declaración de la renta de ese año se recaudó cerca de un millón de euros, que fue lo que aportaron los ourensanos al firmar la casilla de la X en su declaración de la renta. Nosotros recibimos, sin embargo, por este concepto, casi cuatro millones. Esos tres millones que faltan nos vienen aportados por el resto de las diócesis de España.

¿Cómo es ese sistema de reparto entre diócesis?

Nosotros recibimos mucho más de lo que aportamos. Aquí se hace un fondo común de todas las diócesis de España y luego se lleva a cabo un reparto en base a la población que tiene que atender cada diócesis, el número de sacerdotes con los que cuenta, patrimonio que debe mantener, seminarios, etcétera. Diócesis como Madrid o Barcelona, por volumen, aportan mucho más de lo que reciben, porque sus parroquias son también mucho más autosuficientes que lo que pueden ser las de nuestra provincia.

¿Tiene que ver también en este reparto el envejecimiento de la población?

No, pero sí otras cosas. Contamos con 730 parroquias y 290 sacerdotes con trabajo pastoral, algunos de ellos con 80 años. Además, el patrimonio artístico y cultural, en iglesias, monasterios o ermitas es muy grande para lo que son las posibilidades de nuestra economía y su mantenimiento cuesta mucho más, por razones de exigencias de Patrimonio, que lo que puede ser en Barcelona o Madrid, donde el patrimonio es mucho más moderno.

¿Cómo es el reparto de ese dinero recaudado en la declaración del IRPF?

El 70 % va destinado al Instituto para el Sustento del Clero, que es el que se ocupa de pagar una mensualidad a los sacerdotes, atención a las parroquias, labor de pastoral, etcétera. El 30% restante se destina al funcionamiento del organigrama diocesano. Ahí también va incluida la partida destinada a conservación patrimonial y el dinero que cobra el personal seglar que trabaja en la Diócesis.

¿Ha mejorado o empeorado esta recaudación con los años?

Hay una paradoja, y es que aunque baja el número de asignantes, porque hay menos gente que hace la declaración de la renta en la provincia, el porcentaje de declarantes que ponen la X está subiendo en torno a un 0,5 o 0,7 % cada año.

¿Y del total de declarantes, cuántos marcan la X en la provincia?

Son en torno a un 30%. En este sentido tengo que decir que son más los servicios que se cubren con este dinero aportado, en forma de bautizos, bodas, comuniones, atención a los más necesitados a través de Cáritas diocesana, etcétera que lo que son las aportaciones.

¿Cómo está Ourense respecto al resto de España?

Estamos en la media gallega y nacional, aunque hay que decir que tanto en el sur como en provincias como Ciudad Real  y puntos de Castilla La Mancha alcanzan el 50% de aportaciones a través del IRPF.

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