El Barcelona tuvo que esperar a la segunda parte para certificar su clara superioridad
Al Barcelona le costó ayer trasladar al marcador su teórica superioridad sobre el Alavés, que quería repetir la historia del pasado curso y sorprender al gigante culé en su feudo. Sin embargo, los pupilos de Ernesto Valverde consiguieron perforar la portería de Pacheco en la segunda parte para acabar ganando con cierta suficiencia en juego y marcador. Comandado una vez más por un gran Leo Messi, autor de dos de los tres tantos culés. El primero de ellos supuso el gol 6.000 del conjunto blaugrana en Primera División.
La primera mitad del Barcelona no fue lo suficientemente convincente como para superar al Alavés de Abelardo Fernández. De hecho, al descanso se llegó con un empate sin goles que provocó que Valverde moviese ficha poniendo sobre el césped al brasileño Coutinho para dar más agresividad a su ataque. La fórmula no funcionó enseguida y hubo que esperar a una falta directa sacada por Leo Messi para que se moviese el marcador. El argentino optó esta vez por lanzar el balón raso por debajo de la barrera y Pacheco nada pudo hacer.
Con el marcador a favor, el Barcelona por fin se soltó. Empezó a encontrar huecos y se benefició del típico gol de Coutinho desde el borde del área para dejar claro para quién serían los puntos en juego. De hecho, en la recta final hasta se pudo permitir el lujo de errar varias ocasiones hasta que Leo Messi redondeó el marcador ya en el descuento. Ese último tanto, además, da al actual campeón el puesto de líder a la espera de lo que suceda hoy y mañana.n
