El mediapunta canterano ya no alcanzará esta temporada los minutos de juego y las titularidades de la pasada
Hace hoy exactamente un año, Brais Méndez (Mos, 1997) anotaba su último gol en Liga con el Celta. Fue en Huesca, en un extraño partido que comenzó con el tanto del mosense, que enseguida tuvo que dejar el campo por lesión, prosiguió con un 0-2 a favor de los célticos, continuó con una remontada oscense y acabó con un tanto de Boudebouz que dio un punto al conjunto que entrenaba Fran Escribá, que una jornada antes había iniciado su huida del descenso con la afamada victoria ante el Villarreal.
Aquel 3 de abril, Brais vio puerta por última vez e inició un largo año en el que la enorme progresión que apuntó al inicio de la pasada campaña se ha visto frenada. El canterano, que en noviembre de 2018 debutó con la selección española absoluta marcando un gol, ha perdido esta campaña el peso en el equipo que había ganado en la anterior. La llegada de futbolistas de primer nivel de similares condiciones a las suyas y que pueden jugar en las mismas posiciones (leáse Rafinha Alcántara y Denis Suárez) ha provocado su paso a un segundo plano, pese a que sigue siendo un fijo en las convocatorias.
A estas alturas de la temporada, y a la espera de saber si se puede reanudar la competición o no para los 11 encuentros que restan, el de Mos ya sabe que terminará el curso con menos minutos jugados y con menos titularidades. Si la pasada campaña jugó 2.351 minutos en 31 encuentros, con 27 titularidades y 19 partidos completos, en la actual lleva 1.044 en 21 duelos, con sólo 11 presencias en el once y 4 citas sin ser sustituido.
Su menor presencia está teniendo relación directa con su participación en acciones decisivas. Si el pasado curso anotó 6 goles en Liga, en el presente todavía no ha visto puerta (sí marcó en Copa, de penalti ante el Mérida); y si otrora había dado 7 asistencias, ahora sólo lleva una. Un presente difícil para un jugador de futuro.n
Aquel 3 de abril, Brais vio puerta por última vez e inició un largo año en el que la enorme progresión que apuntó al inicio de la pasada campaña se ha visto frenada. El canterano, que en noviembre de 2018 debutó con la selección española absoluta marcando un gol, ha perdido esta campaña el peso en el equipo que había ganado en la anterior. La llegada de futbolistas de primer nivel de similares condiciones a las suyas y que pueden jugar en las mismas posiciones (leáse Rafinha Alcántara y Denis Suárez) ha provocado su paso a un segundo plano, pese a que sigue siendo un fijo en las convocatorias.
A estas alturas de la temporada, y a la espera de saber si se puede reanudar la competición o no para los 11 encuentros que restan, el de Mos ya sabe que terminará el curso con menos minutos jugados y con menos titularidades. Si la pasada campaña jugó 2.351 minutos en 31 encuentros, con 27 titularidades y 19 partidos completos, en la actual lleva 1.044 en 21 duelos, con sólo 11 presencias en el once y 4 citas sin ser sustituido.
Su menor presencia está teniendo relación directa con su participación en acciones decisivas. Si el pasado curso anotó 6 goles en Liga, en el presente todavía no ha visto puerta (sí marcó en Copa, de penalti ante el Mérida); y si otrora había dado 7 asistencias, ahora sólo lleva una. Un presente difícil para un jugador de futuro.n
