El Trasnos advierte de que no podrá seguir un año más jugando como local en Oviedo
Este será el cuarto año que el Trasnos juegue sus partidos como local en Oviedo, viaje de cinco horas en autobús mediante. La razón: el campo de As Plantas sigue sin tener la homologación tras perderla en 2016 a causa de su mal estado. El equipo vigués, que en 2019 se proclamó campeón de Primera Nacional –segunda categoría estatal del béisbol– y se quedó a una carrera de semifinales, gasta en cada uno de sus partidos como local cerca de 2.000 euros, cuando lo habitual sería desembolsar únicamente unos 300 del coste del arbitraje, según explica su presidente, Fernando Rodríguez.
En el Trasnos temen que tengan que seguir el camino del Halcones, que ganó también la Primera Nacional en 2018 y terminó desapareciendo el año siguiente. "Si el problema no se soluciona este año, el club no saldrá el que viene y es muy probable que desaparezca", sentencia su máximo dirigente.
Y es que el problema ya no es únicamente el coste de los viajes, sino el impacto que estos tienen en una plantilla compuesta principalmente por jóvenes que también tienen que cuidar su vida estudiantil: "En 2018 éramos el club con más licencias del norte de España y en dos años hemos pasado de 125 a 80", explica Rodríguez. Para más inri, el club se ha quedado ahora sin instalaciones para entrenar, pues lo hacían en el Colegio Marcote, pero las medidas anticovid han hecho que requieran ese espacio para ellos.
Desde el club hacen un llamamiento a las instituciones, recordando que, desde la inauguración del campo, "no se invirtió un solo euro público" en su mantenimiento.n
En el Trasnos temen que tengan que seguir el camino del Halcones, que ganó también la Primera Nacional en 2018 y terminó desapareciendo el año siguiente. "Si el problema no se soluciona este año, el club no saldrá el que viene y es muy probable que desaparezca", sentencia su máximo dirigente.
Y es que el problema ya no es únicamente el coste de los viajes, sino el impacto que estos tienen en una plantilla compuesta principalmente por jóvenes que también tienen que cuidar su vida estudiantil: "En 2018 éramos el club con más licencias del norte de España y en dos años hemos pasado de 125 a 80", explica Rodríguez. Para más inri, el club se ha quedado ahora sin instalaciones para entrenar, pues lo hacían en el Colegio Marcote, pero las medidas anticovid han hecho que requieran ese espacio para ellos.
Desde el club hacen un llamamiento a las instituciones, recordando que, desde la inauguración del campo, "no se invirtió un solo euro público" en su mantenimiento.n
