piragüismo

Ideas para la reclusión

Cris Soutelo creó un foso de canoa aprovechando una piscina de jardín y los hermanos Estévez fabricaron una máquina casera de kayak ergómetro.
photo_camera Cris Soutelo creó un foso de canoa aprovechando una piscina de jardín y los hermanos Estévez fabricaron una máquina casera de kayak ergómetro.
Los palistas recurren a la reutilización y las creaciones caseras para poder entrenarse
La crisis agudiza el ingenio. Una frase extremadamente tópica, pero que en los días de confinamiento adquiere especial vigencia. No se puede entrenar de la forma habitual, el movimiento está restringido a la vivienda propia y unas cuantas compras y, en caso de no existir material, es preciso reinventarse. Entre los integrantes del Kayak Tudense encontramos dos ejemplos de ingenios: uno de ellos es obra de Cris Soutelo y el otro lo protagonizan los hermanos Miguel y Raúl Estévez. 
La canoísta optó por lo que es una reutilización en toda regla. En su casa familiar de Paramos tenían una piscina "que llevaba unos dos años sin usar" y "como mi hermana, que hace kayak, sí tenía ergómetro pero yo no, se me iluminó la bombilla". Tras una semana con entrenamientos de tierra optó por la creación de un foso casero . Encima de la estructura metálica de la piscina situada en la finca puso unas tablas, una almohadilla para no destrozar la pierna de apoyo y un tope. "Y la verdad es que va bien, simula la forma de palear. No es igual, el equilibrio es distinto, pero sirve", explica Soutelo. De hecho, "el primer día tenía todo el agua verde, pero ahora ya la cambiamos y está limpia". Quedan kilómetros sobre la canoa estática. 
Tampoco llegaron los ergómetros a los hermanos Raúl y Miguel Estévez, que residen en Guillarei. En su caso, los gemelos de 16 años practican kayak, pero a pesar de que el Tudense tiene un buen número de máquinas de esta disciplina, no son suficientes para toda la cantera del club. "Pensé en que podíamos hacer más o menos una parecida en casa con lo que tenemos aquí. Me fijé en cómo va la máquina y me puse a ello", explica Raúl. Con el trabajo de ambos jóvenes y también un poco de colaboración por parte del padre lograron crear en dos tardes toda una máquina de paleo absolutamente casera. "Le pusimos unos rodamientos, unas gomas, también un palo. Todo ello sobre unas tablas que teníamos por aquí", relata el joven deportista. El artilugio es un auténtico artefacto de reutilización y que, como base, utiliza un par de sillas viejas de estilo clásico popularizadas hace cincuenta años en Galicia. 
La canoísta, de 20 años, expresa que su piscina reutilizada a canoa "aguanta bastante peso. Me sirve para hacer entrenamientos largos, de fondo". En primer lugar porque, al no moverse la embarcación, "pasar la pala se hace bastante duro, hay que hacer más fuerza". Y, también, por otra cuestión más técnica, ya que "si le doy muy fuerte, levanto ola y pronto me quedo sin agua dentro". 
Cris Soutelo llegó hace dos años al Kayak Tudense, comenzó en la modalidad de kayak junto a su hermana menor y el pasado verano "me cambié a la canoa. Al principio volcaba en el río, pero pronto comencé a ir bien y los entrenadores me dicen que parece que me adapté rápido. Ya fui algunas regatas y en el Campeonato Gallego de Invierno, sobre 5.000 metros, terminé en el quinto lugar". En su caso, las máquinas de ergómetro eran menos: el club tenía dos y recayeron en deportistas de nivel internacional. 
Los gemelos Estévez llevan ya ocho años en el Tudense y en las dos últimas semanas compaginan el entrenamiento con los estudios a distancia. "Por la tarde siempre intentamos hacer un rato de máquina y otras modalidades, ya que también tenemos una bicicleta estática", añade Raúl. Sobre el funcionamiento de la máquina casera admite que "nos quedó un poco blanda, pero sirve bastante bien para poder mantener el gesto. Intentamos sacar media hora o una hora todos los días".n

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