Barcia destrabó al final el duelo ante el Numancia para dar una mínima ventaja viguesa
Sergio Barcia volvió a ejercer de improvisado goleador en el estreno del Celta en una gran competición. El central abrió el marcador en el debut en la Copa de Campeones ante el Tenerife y volvió a hacerlo ayer, en el primer partido de los de Jorge Cuesta en la Copa del Rey. Un duelo cerrado, tosco, sin espacio para la brillantez, ante un rocoso Numancia, que homenajeó a la perfección a los ancestros sorianos que dan nombre al club. Los aficionados desplazados hasta A Madroa tuvieron que esperar 88 minutos, los que tardó el zaguero local en desequilibrar la balanza con una incorporación al ataque.
Antes de eso, los futbolistas locales asediaron con insistencia la portería visitante, custodiada por un inmenso Toni Varea. El meta del cuadro numantino fue el mejor futbolista del partido y el gran culpable, con paradas de todos los colores, de que el Celta tenga que viajar a Soria con la eliminatoria todavía por resolver.
Pero ante la pólvora mojada de los atacantes célticos, tuvo que ser un defensa el encargado de derribar el muro. Tras realizar una apertura a Lauti de León, Barcia se incorporó al área, recibió de vuelta del uruguayo y se encontró otra vez con Toni Varea. El rechace regresó al central celeste, que anotó el gol de la victoria sobre la bocina.
Celta:
Raúl; Mario, Barcia, Carlos, Álvaro (Pablo, min. 83); Tiago (Ivi, min. 73), Miguel; Miguel Rodríguez (Berto, min. 65), Martín (Aldán, min. 62), Obama; y Lauti de León.
Numancia:
Toni Varea; Sergio, Raúl Hernández, Vicario, Ceinos (Clavero, min. 62); Marcos Gil, David Sanz; Manu (Dani, min. 72), Albín, Ebri (Adri, min. 88); y Vidorreta (Choski, min. 78).
Gol:
1-0, min. 88: Barcia.
Árbitro:
Iglesias Melón. Amonestó a los locales Álvaro y Berto y a los visitantes Sergio, Ceinós, Marcos Gil y Ebri.
Incidencias:
Ida de los octavos de final de la Copa del Rey juvenil disputado en A Madroa.
