El vigués Adrián Alonso ‘Pola’ anunció su retirada como jugador de fútbol sala tras tres lustros y 21 títulos. “Estoy orgulloso”, expresa sobre su trayectoria.
¿Cuándo tomó la decisión?
Ya la tomé hace bastantes meses. El año pasado ya comencé a planteármelo de verdad y al comienzo de esta temporada ya lo tenía más o menos decidido. No sabía decir el día exacto o el mes, pero tenía bastante claro que era el final. La verdad es que no estaba en mis planes volver a Galicia cuando terminé en Inter el pasado verano. Pero, cuando surgió, qué mejor que poder retirarse aquí en un club de Primera como el Noia y confío que lo siga siendo el año que viene. A pesar de que nunca había jugado en este equipo, es cierto que es retirarme en casa y para mí es un orgullo.
¿Cómo surgió lo del vídeo de despedida?
Mi idea era hacer un vídeo simple con la ayuda de mi mujer y de Jairo Iglesias, que es el que hizo este vídeo maravilloso, que a mí también me pone la piel de gallina. Con sus ideas, con parte de nuestras ideas y de las que tenía yo, se montó este vídeo. Yo no quería salir a rueda de prensa y sí quería hacer algo así más simple, más sencillo. Me pareció más oportuno.
Puede elegir el momento de retirarse, que no siempre es posible.
Exactamente, lo dejo porque quiero, porque decido retirarme. Ya no es como antes, no disfruto del fútbol sala como lo hacía antes. Evidentemente, los años pasan para todo el mundo y las lesiones que hubo tiempo atrás están presentes. Es verdad que ya no soy lo feliz que era antes jugando al fútbol sala. Sobre todo, lo noto en el día a día. Compitiendo es otra cosa, pero en el trabajo diario sí que se hace duro. Y, por carácter, quiero seguir siendo competitivo día a día. Por eso es el momento de cambiar, de dar un paso hacia mi nueva vida y dejar atrás esta pedazo carrera deportiva que he podido vivir y disfrutar.
¿Tiene claro su futuro?
El objetivo a corto plazo es terminar Fisioterapia, que me queda menos de un año. El curso que viene espero hacerlo. Y, a partir ahí, hacia adelante.
¿Cómo es el proyecto para un equipo de fútbol sala en Vigo?
El objetivo es hacerlo. Quiero preparar un proyecto interesante, atractivo y que le llame la atención al Celta, que creo que es el único club que puede hacer algo grande en Vigo. Se ha visto a lo largo de estos años que es muy difícil hacer algo potente en Vigo y creo que es el Celta el que tiene ese poder. Para llevarlo a cabo, hay que hacer las cosas bien y con tiempo. Y, para ello, tengo que estar en Galicia y el próximo año no lo haré porque voy a irme a Madrid a terminar los estudios. Sacar algo así adelante, sin un club fuerte como el Celta, es muy complicado.
¿Qué se queda de su larga carrera?
Me quedo con muchas cosas y, especialmente, con el cariño de la gente. He recibido muchos mensajes y llamadas de gente que se cruzó conmigo estos años. También guardo muchos amigos que me ha dado el deporte. Me quedo con eso, con ese impacto que pude tener en sus vidas. Ganar títulos es algo increíble, pero poder haber trasmitido, formado parte de esas vidas y lo importante que han sido para mí, es algo que me enorgullece como persona. Las personas son lo que nos llevamos porque lo material queda ahí.
Siempre se puede ganar más, pero su carrera es para estar orgulloso.
Estoy súper orgulloso y, cuando empecé, era impensable conseguir todo lo que conseguí. A día de hoy, lo valoro mucho más que hace unos años y, cuando pase alguno más, lo valoraré mucho más. Es algo tan complicado que aún no termino de valorarlo como se debe.
¿La rutina lo absorbe?
Claro, lo conviertes en normalidad. El carácter competitivo te hace querer más, buscar más y pelear por más. Y no valoras lo que estás logrando. Con el paso de los años, sí que es verdad que voy a casa y veo los marcos con las camisetas, las medallas y los títulos, y te das más cuenta de lo conseguido. Aún así no soy consciente del todo y sí que lo dejo feliz. Sin miedo a nada, tranquilo y con la cabeza alta por lo obtenido.
¿Las lesiones es lo que hacen más dura a la persona deportista?
Para mí, las lesiones fueron duras y me hicieron sufrir. Pero es cierto que me hicieron mucho mejor en muchos aspectos. Y, además, me dieron esa tranquilidad de futuro porque, con ellas, retomé los estudios. Después de la segunda grave que tuve, ya me planteé las cosas de forma seria y, actualmente, creo que es el mejor título que pude conseguir. Espero decir dentro de un año que tengo una carrera universitaria y que me voy a poder dedicar a una profesión que me gusta.
Y esos parones son los que lo bajan al suelo y le abren los ojos.
Sí, sí, te bajan al suelo de golpe y muy rápido. Son duras y, especialmente, las últimas, que fueron palos gordos. Pero son parte del deporte. Hace muchos años, el doctor Márquez del Lobelle, cuando jugué allí, me dijo: como sigas jugando a esta intensidad y este ritmo, tu carrera va a durar poco. Y, en parte, tenía razón porque he tenido multitud de cosas. Pero sí es cierto que me dañé muchas partes del cuerpo por la forma de jugar y mi mujer siempre me preguntaba, ¿tienes que ir así a todo? La respuesta es sí porque, de no hacerlo, no hubiera llegado hasta donde lo hice.
