Julia Tomé es enfermera supervisora de área en el Complejo Hospitalario de Vigo, donde trabaja con plaza fija desde 1990, casi toda su trayectoria en el viejo Hospital Xeral y ahora se reparte entre Cunqueiro y Meixoeiro.
En sus ratos libres escribe para ella y para sus allegados, pero el año pasado sus relatos llegaron a todos los públicos. Por un lado, con una pieza que escribió para el tercer certamen de relatos Vigo Histórico, que organizó la Editorial Elvira y que se publicó con otras obras seleccionadas. Por otro lado, con una carta que escribió para un concurso del departamento de Igualdad del Concello de Lalín, en el que se alzó con el segundo premio entre las 78 epístolas presentadas. Se trata del concurso “Dillo a quen maltrata” que trata de concienciar sobre la violencia machista y la convivencia en igualdad. En el Complejo Hospitalario Universitario de Vigo, una empresa que cuenta con unos 6.000 trabajadores, hay pintores y escultores, algunos muy conocidos, y también escritores noveles.
¿Era la primera vez que se presentaba a un concurso?
Sí. Hice unos talleres de escritura creativa, donde me animaron a escribir en gallego y a presentarme.
¿Qué supuso ese segundo puesto en el certamen de cartas del Concello de Lalín?
No me lo podía creer, estaba encantada.
¿De qué trataba?
Hice la carta desde el punto de vista del hijo, no de la mujer maltratada, del hijo que se encuentra por casualidad con el padre en la calle.
Sigue habiendo muchos casos de violencia de género. ¿Cómo lo ve?
Tiene que hacerse más visible y tendrían que tomar medidas más drásticas porque siguen habiendo asesinatos de mujeres y no somos capaces de atajarlo. Hay que contribuir a la visibilidad escribiendo o manifestándose en la calle, y hay que tomar otras medidas porque las que hay no dan resultado. Sigue siendo un lacra y ahora se vuelve a ver un machismo que yo creía erradicado entre la gente joven.
Le publicaron el relato de Vigo Histórico. ¿De qué trataba?
Era un cuento fantástico, trataba de un niño que va con su bisabuelo a un hotel de Vigo tras una riña de los padres.
¿Desde cuanto escribe?
Llevo toda la vida escribiendo, me encanta, escribía para mí y no se me había ocurrido presentarme a ningún concurso. Escribí algún relato para los talleres, los amigos y la familia, no pensaba en publicar.
¿Va a seguir escribiendo?
Seguiré con los relatos cortos, porque me resulta relajante, me gusta, te hace meterte en otras historias, te quita un poco de la dinámica diaria, del estrés. Se lo recomiendo a cualquiera, la escritura es muy terapéutica.
Un trabajo como el sanitario supongo que requiere una buena desconexión.
Sí, es necesario desconectar un poco de la ‘tragedia’ diaria (ingresar en un hospital siempre es una tragedia, aunque sea por algo leve). Me parece fundamental tener una válvula de escape y yo la encontré en la escritura.
