Fútbol | Primera Federación

Las dudas de la certeza

Javi Rodríguez (izquierda) y Abde fueron los autores de los dos primeros goles de un partido que decidió David Soto en el tramo final.
photo_camera Javi Rodríguez (izquierda) y Abde fueron los autores de los dos primeros goles de un partido que decidió David Soto en el tramo final.
El filial perdió en Sabadell ante un conjunto local muy necesitado que se aprovechó de un penalti fallado por Damián para remontar el gol inicial de Javi Rodríguez

Abundaba Claudio Giráldez la semana pasada en la problemática que rodea al Celta Fortuna en cuanto a enfoques equivocados. Esa reflexión, unida a esa derrota ante el Nàstic y a la de ayer en Sabadell dan más certeza a lo conquistado por el filial céltico que las dudas que puedan surgir de dos derrotas consecutivas, algo que no había sucedido desde el 5 de noviembre de 2022. Porque hasta la mayor de las resiliencias tiene un límite y las heroicidades de superar cada vez más adversidades han chocado contra la fuerza de la realidad.

El Celta B perdió ayer ante un Sabadell con una imperiosa necesidad de puntos en una carrera contra el descenso en la que empieza a asomar la cabeza. El bloque de Óscar Cano está en plena dinámica positiva -ayer sumó la tercera victoria consecutiva- y ha sumado refuerzos de calidad para la segunda vuelta. Como David Soto, que transformó el gol del triunfo en el minuto 83. Hasta ese momento, el filial había competido bien. De hecho, en la primera parte había sido muy superior. Pero un gol computado, otros dos anulados y un penalti errado se fueron al limbo en el tramo final del encuentro. Cosas de fútbol.

También lo son la plaga de bajas que lleva gestionando Claudio Giráldez todo el curso. La mayor parte de las veces, se sobrepuso. Ayer no. El filial compareció en el Vallès Occidental sin sus tres lesionados de larga duración, sin Javi Rueda ni Martín Conde, sancionados y sin Hugo Álvarez, además de Coke y Ruly, citados por el primer equipo. Y no siempre se sobrevive al más difícil todavía.

Y eso que el equipo vigués sometió al Sabadell en una primera parte dominada con claridad por el dinamismo y la velocidad de balón visitante. El binomio Damián-Miguel Román es infalible. Juntos conforman la cabeza y el corazón del Fortuna. A partir de ellos, fluye todo lo demás. Un saque de esquina, por ejemplo, botado por el ponteareano sirvió para adelantar al filial. Javi Rodríguez aprovechó una indecisión en el segundo palo, y remató la pelota al fondo de la red. Poco más tarde, el propio Damián dispuso de un penalti para matar. No lo hizo porque murió contra el palo. Y, cuando otorgas vida, puede ser que sea a costa de perder la tuya.

Así sucedió en un segundo tiempo que cambió claramente de decorado. El Sabadell mordía más, corría más, robaba más y amenazaba más. Giráldez modificó al descanso. Para meter a De la Iglesia tuvo que quitar a Yoel -solo pueden jugar tres jugadores con fichas de categoría inferior-. Así, Miguel Román tuvo que actuar de central. Más adelante, Bruno Iglesias de carrilero izquierdo -sin Martín Conde ni Hugo Álvarez- en lugar de Antañón.

Aun así, el Fortuna mantuvo el peligro. A Manu le anularon un gol por fuera de juego. A Alfon, otro por falta previa de Bruno Iglesias. No era a través del dominio claro porque se notó la ruptura de la pareja Damián-Román, pero el conjunto visitante rondaba el área local. No obstante, los tantos que sí valieron fueron los de un Sabadell que mejoró con los cambios. Abde igualó en una acción mal defendida en la que César no achicó. El portero de Valdeorras sí respondió en un tiro posterior del marroquí, pero el rechace le cayó a Soto, que dobló la mano del meta céltico con un tiro desde fuera del área.

Quedaba tiempo, faltaban fuerzas. No dejó de intentarlo el equipo de Claudio hasta el final, pero aquí entró en juego el estado de ánimo que es el fútbol. El Sabadell se blindó en busca de un sueño que hace no tanto parecía una quimera y al filial celeste le asaltó el desánimo de encajar dos golpes consecutivos por vez primera. Así, murió el partido y el Fortuna perdió una plaza para quedar tercero. Es decir, que continúa metido en su extraordinaria temporada, blindando el futuro del club para quien lo quiera ver. Es una certeza mucho más importante que cualquier duda.

Te puede interesar