Madurar en el campo

El delantero redondelano celebra su gol, que abrió el marcador y una fantástica actuación individual jugando más cerca de la portería.
photo_camera El delantero redondelano celebra su gol, que abrió el marcador y una fantástica actuación individual jugando más cerca de la portería.
Miguel Rodríguez, decisivo, y Hugo Sotelo, a gran nivel, aportaron mucho al Celta en Urritxe

Hay alguna cosa buena en hacerse mayor. También muchas malas. A veces, incluso, ambas se entremezclan. Porque la tentación de transformar una mayor experiencia en complacencia hacia los jóvenes siempre está ahí. Y no todos los errores de juventud nacen de la falta de bagaje. Estar verde no es un comodín para todo. En ese sentido, tanto Hugo Sotelo como, sobre todo, Miguel Rodríguez, demostraron ayer que la letanía del “tienen mucho que aprender” puede estar justificada en ocasiones, pero también que los caminos se hacen andando. Sobre todo, cuando pueden dar los pasos con calzado que les sienta bien.

El redondelano demostró sus capacidades siempre que pudo atacar. Benítez insiste en no ponerlo en punta, pero, al menos, en esta ocasión se pareció más a un extremo que a un centrocampista gracias a los tres jugadores que actuaron por dentro. Así, con la portería entre ceja y ceja, Miguel abrió el marcador con un zapatazo marca de la casa, sirvió una asistencia a Douvikas tras una acción individual espectacular y estrelló en la madera un disparo en el que el barro ejerció de salvador vasco. Entremedias, sufrió cuando el Celta cedió la iniciativa al Amorebieta en la primera parte. ¿Falta de experiencia o falta de cualidades para jugar a 70 metros de la portería rival?

Sotelo brilló menos, pero dejó destellos interesantes desde el mediocentro posicional, por detrás de Dotor y De la Torre. Supo dar limpieza al barrizal con sus primeros pases y también supo ensuciarse con buenas coberturas. Además, movió el balón parado con peligro, como en el segundo gol del Celta. Un aprendizaje en condiciones antagónicas a su fútbol, que él convirtió en favorables con su calidad.

Urritxe dejó también minutos para Hugo Álvarez y Javi Rodríguez, que entraron con el partido muerto. El ourensano tocó algunos balones y fue objeto de una falta, mientras que el vigués pasó desapercibido, lo cual no es una mala noticia en ese contexto. Verdes estarán, pero maduran mejor en el campo que en el árbol.

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