Opinión

Sólo no puedes

Sánchez I el Afortunado todavía está frotándose los ojos. Aunque la presentación de una segunda moción de censura de Vox era algo que Abascal no dejaba de apuntar, la soledad y el ridículo estrepitoso de la anterior hacían de esta nueva propuesta algo completamente desdeñable. Sin embargo, el próximo lunes se presentará formalmente en el Congreso de los Diputados y tendrá que ser defendida por el nuevo candidato a la Presidencia del Gobierno, Ramón Tamames, que con noventa años personaliza la parte constructiva de la principal herramienta de responsabilidad política absoluta de cualquier Gobierno. Sánchez lo sabe bien, pues el periplo gubernamental y su mayor triunfo se cimenta en la victoria de la moción de censura a Rajoy, que supuso su “adiosh” precipitado.

Precisamente ahora que se recrudecían los embates contra el Gobierno por los múltiples desencuentros con Podemos y las ministras que les representan en el Consejo y las desagradables e indeseables consecuencias de los errores legislativos que todavía parecen lejos de resolverse, llega Vox con la loca propuesta de un “Pierre Nodoyuna”que sienta a la derecha en su auto loco a Tamames, dejando el papel de “Risitas” a un Pedro Sánchez que todavía está desternillándose en el suelo. Porque se echan encima las elecciones y el PSOE sabe que sólo no puede, pero tal vez con amigos sí. Y si los amigos “de verdad” están a cara de perro y los aciertos propios no suman, no está de más contar con los errores de los demás que hagan a los ojos de los votantes más necesaria la permanencia de una izquierda con desavenencias evidentes pero puntos de encuentro efectivos, que una alternancia hacia una derecha desesperada y tal vez peligrosa en coalición. 

Y mientras la suerte sonríe de nuevo al líder socialista, cada vez con mayor porte de estadista europeo e internacional, Feijóo se enfrenta al Presidente del Gobierno con dificultades en el Senado, consciente de que sólo no podrá pero con amigos como los de Vox, tampoco. Dicen que Abascal le llamó para contarle la candidatura y el popular se vio de pronto transportado a un show futuro de los Teleñecos en el Congreso en el que Epi y Blas –él y Abascal- eran humillados por el presidente más dicharachero de este Barrio Sésamo que es España. El castillo de naipes del líder popular se ha caído de nuevo, esta vez porque le han soplado desde la extrema derecha presentando una moción de censura que no apoyará ni tan siquiera la gente de bien, sean quienes sean. Sánchez aprovecha cada regalo y no solo gana tiempo, sino que va resistiendo y caminando con paso firme hacia los sucesivos procesos electorales que se acercan, mientras Núñez Feijóo sigue buscando la piedra filosofal, que parece haber perdido en algún lugar de Galicia. ¿La encontrará al fin?

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