Aún tardará, porque depende ahora de la prisa que se den las autoridades judiciales suizas, pero por fin se va a asistir a un hecho poco frecuente: los dineros de los condenados por corrupción que salieron de España van a ser puestos a disposición de la justicia española y luego irán a parar a Hacienda. Una vez que es firme la sentencia del caso Gürtel, la Audiencia Nacional que juzgó a todos los implicados en la primera etapa de este asunto ha ordenado la repatriación del dinero que quedó congelados en las cuentas suizas de Francisco Correa, Luis Bárcenas y de Pedro Crespo. En total, 50 millones de euros con lo que podrán pagar parte, que no todo lo que deben de responsabilidad civil. La justicia no ha determinado todavía si esos fondos son todos los cuartos que sacaron de nuestro país y si todavía les queda algo escondido que se pueda recuperar. Porque esa es la demanda esencial de la ciudadanía en los juicios por corrupción económica, que los delincuentes devuelvan el dinero robado.
