Desde que el año pasado volvió a recuperarse la canción del verano, que se había echado en falta por la inflación de candidatas que añorar la cita anual del fallecido Georgie Dann y otros cantantes latinoamericanos que animaban verbenas y fiestas patronales, en 2023 también hay varias candidatas a ocupar ese puesto de musiquilla imposible sacarse del cerebro. “Beso” de Rosalía y Raw Alejandro compite con “Los Ángeles” de Aitana o “La Nochentera” de Vicco. Pero, para mí, la verdadera canción del verano es “Los envases del verano siempre van al amarillo”, reminiscencia del “Vaya, vaya, aquí no hay playa” para animar al reciclaje, que sigue la estela del “Tengo chopitos, tengo jamón” de aquella campaña publicitaria de la ONCE. “Esa lata de aceitunas que te tomas a la una… Esa lata de caballa que te comes en la playa…”, poco más de treinta segundos pegadizos e imaginativos de buen rollito para un buen fin.
