Opinión

Deseo

Feliz Año Nuevo y felices nuevos propósitos, aunque sean repetidos. El mío es que los profetas del caos, los avisadores del desastre, los pesimistas patológicos, aquellos que pronostican el desastre día tras día tengan los mismos aciertos que en el año que acabamos de dejar atrás. Cada uno cuenta la feria según le ha ido en ella, eso es inevitable y las circunstancias personales se elevan por encima de la percepción de la vida colectiva. Pero aquí está 2024, España no se ha roto, la economía resiste, la Constitución está a punto de ser reformada un poquito, y hasta en Cataluña cunde la sensación de que el 'procés' es cosa del pasado. Que nos podría haber ido mejor, sin duda, pero los agoreros no tuvieron su mejor año. Y si fue así a pesar de todo, es fácil imaginarse como nos iría este año si se cumpliera el deseo de que la crispación, la moderna polarización, fuera menos intensa y el diálogo más fluido. Ya se sabe que los propósitos de Año Nuevo no pasan de la primera semana.   

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