Opinión

Hasta aquí, ellos. Ahora, nosotros, la sociedad

Las próximas elecciones gallegas se van a celebrar en un clima desconocido en las convocatorias precedentes. Este entorno viene definido por las siguientes características: primero, una ruptura prácticamente total entre la ciudadanía y la clase política, a la que incluso se califica, con bastante razón, de casta. Segundo, la percepción de que en determinados terrenos, las diferencias ideológicas entre PP y PSOE no impiden que muchas decisiones sean compartidas por ambos, hasta el extremo de que se comience a hablar del PPSOE. Tercero, la aparición en escena de una nueva formación política, Sociedad Cvil y Democracia, cuya axioma básico es, precisamente, romper la hegemonía absoluta de la clase política y devolver a la sociedad civil sus derechos.

El clima está justificado. Vivimos una crisis sin precedentes y es evidente que el PSOE de la mano de la inconsistencia de Zapatero nos llevó a una situación desastrosa. Pero lo es igualmente que el PP, que ganó las pasadas elecciones mas por quitarnos de encima a Zapatero que por confianza en Rajoy, se presentó diciendo que sabia como salir y que lo conseguiríamos en breve tiempo. No henos salido. Estamos igual o peor, y lo que es mas irritante, se ha actuado de modo radicalmente contrario a las promesas electorales. Si con eso hubiéramos mejorado, todavía sería disculpable. Pero hablemos con amas de casa, autónomos, empresarios pymes, funcionarios, comerciantes, estudiantes, universitarios. y veremos que frente a la afirmación oficial de que Galicia va bien, un ochenta y dos por cientos de gallegos creen que va mal o muy mal. Y mas aun: un 80 por ciento de españoles no tiene confianza en la gestión de Rajoy y un 84 tampoco en la de Rubalcaba. Así que el país se encuentra políticamente colapsado por el dominio y al tiempo la desconfianza en los dos grandes partidos. Nos piden confianza y no tenemos y nos reclaman mas tiempo y tampoco lo podemos dar porque las empresas quiebran y los parados aumentan y en las casas no se llega a fin de mes. Y para colmo, en asuntos tan trascendentes como el terrorismo se incumplen promesas electorales liberando a etarras no arrepentidos y que no piden perdón a sus víctimas sin que la Ley obligue a ello, o, incluso, con una interpretación legal muy, pero que muy dudosa.

Conclusión: la ciudadanía gallega se encuentra confusa. Harta, cansada y al tiempo confusa sobre lo que debe hacer en estas elecciones. Algunos tienen claro que no van a votar a los partidos de siempre, una vez que ha demostrado qué hacen con el voto que reciben de los ciudadanos. Los partidos políticos no saben my bien que decir. Unos se dedican a descalificaciones personales de potenciales adversarios (Feijoo contra Mario Conde). Otros, PSG, afirman que es lo mismo votar a unos (Mario Conde) que a otros (PP). Unos (Feijoo) aseguran que Galicia es una Comunidad Modélica frene a otras. Los contrarios demuestran que no es así sino que se esconden facturas, se deja de pagar a los proveedores, hay mucha confusión de gastos...En fin, lo de siempre, lo que nos tiene acostumbrados la clase política: se pelean entre ellos, se insultan, aplican el tú mas, el tu peor, recurren a convencionalismos vacíos y sin sentido...Y mientras tanto la ciudadanía se pregunta ¿Y de lo nuestro quien se ocupa? Se ve que entre tanta pelea entre ellos no les queda tiempo para exponer ideas coherentes, soluciones practicables, criterios asumibles por la ciudadanía. Este ha sido y sigue siendo su comportamiento desde que se inició la democracia, aunque sería mejor decir, la democracia mas virtual que real que tenemos con nosotros.

Pues de eso, de nuestros asuntos, tenemos que ocupamos nosotros. Por muchas razones. Porque no somos como ellos. No tenemos la menor intención de ser políticos, de vivir de la política, de luchar por el poder a costa de la ciudadanía, porque no solo no queremos privilegios sino que luchamos por derogarlos. Nos parece inmoral que en estas circunstancias un parlamentario gallego gane 5000 euros netos al mes, como mínimo, y encima diga que no le llega. Eso es ofendernos. Nosotros somos gente libre, que no tenemos ni compromisos ni pactos previos, ni los vamos a tener con nadie que quiera seguir manteniendo a la clase política con sus privilegios. Pero no solo eso sino que además, sabemos como hacerlo, como arreglarlo, como salir de aquí. Porque tenemos experiencia, porque hemos demostrado cosas en la vida civil, porque antes de llegar aquí sabemos lo que es ser funcionario,empresario, autónomo, porque tenemos con nosotros las amas de casa, porque sabemos lo que cuesta pagar una nómina y sentir el miedo de que te la dejen de pagar, porque no hemos llegado aquí a base de codazos dentro de un partido político, porque sabemos lo que es sufrir, porque hemos demostrado competencia técnica, porque no hablamos sin pensar, porque no presumimos de lo que no sabemos. En fin, porque somos gente de la sociedad, en ella estamos y en ella pensamos seguir viviendo. Y no queremos que otros sigan haciéndolo a costa nuestra, a base de engaños, de promesas incumplidas, y de errores de bulto que condicionan nuestras vidas

Estoy seguro de una cosa porque les conozco bien: ellos no van a cambiar esto. Ya lo ha dicho Feijoo: se trata de “elegir entre lo que tenemos con todas limitaciones o una aventura”. Pues está claro: lo que tenemos no lo queremos. Hasta aquí nos han traído ellos. Ahora nosotros queremos gestionar lo nuestro. Probamos a los dos, PP y PSOE, y ya sabemos donde estamos. Ahora no nos queda más remedio que buscar una solución con personas diferentes que, encima, son libres y saben bien como hacer las cosas que la clase política nunca hará. Nos va en ello nuestro futuro y el de las generaciones venideras.

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